En un registro domiciliario en la caravana, los investigadores han intervenido dos escopetas, un arco de tiro, un teléfono móvil, una cámara de fotos, una tableta, una tarjeta de memoria, unos CDs, unas cartas manuscritas que pudieran haber sido redactadas por las menores, una balanza de precisión y unos cogollos de marihuana seca, unos seis gramos.

De igual modo, los agentes se han incautado en un invernadero anexo a la caravana de cinco macetas de marihuana, que arrojan un peso de unos 900 gramos, según han informado desde la Policía Nacional a través de un comunicado.

Continuando con las diligencias policiales, los investigadores han solicitado autorización a la autoridad judicial competente para el volcado y visionado del material informático intervenido. La investigación sigue abierta.

En este sentido, en una rueda de prensa sobre otra operación policial, el comisario provincial, Francisco López Canedo, ha precisado que inicialmente han recibido 15 denuncias, pero se trabaja "para ver si hay más víctimas".

La investigación se inició a raíz de tenerse conocimiento de la desaparición de una menor de 14 años y su posterior localización en una caravana en un descampado de Benalmádena.

Las informaciones recabadas pusieron de manifiesto cómo en la caravana, su propietario, un hombre de 62 años y nacionalidad española, facilitaba estupefacientes a menores e incluso les realizaba regalos, desde ropa a teléfonos móviles, para ganarse su confianza. Está pendiente de pasar a disposición judicial.

Los investigadores han oído en exploración a esas 15 menores, en presencia de sus padres, en relación con los hechos. Según las pesquisas, el investigado llegó a mantener relaciones sexuales con alguna de las menores en la caravana.