La contaminación tras los incendios sigue, pero los arrastres "no son tan fuertes" como con las primeras lluvias

  • SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 (EUROPA PRESS)
Turbera ardiendo en la Lagoa da Antela
Turbera ardiendo en la Lagoa da Antela
AMIGAS DAS ÁRBORES
Turbera ardiendo en la Lagoa da Antela

La contaminación tras los incendios forestales del pasado octubre, que quemaron casi 50.000 hectáreas en Galicia, "no terminó para nada". Lo advierte la asociación Amigas das Árbores, que este jueves ha denunciado, además, que una turbera que ardió a mediados de la pasada primavera en Xinzo de Limia (Ourense) sigue haciéndolo a estas alturas.

Uno de los portavoces de esta asociación ecologista, Xosé Santos, ha explicado en declaraciones a Europa Press que, con todo, los arrastres ocasionados por las últimas lluvias "no son tan fuertes" como las que provocaron las primeras precipitaciones, debido a que aquellas afectaron a la capa más superficial del suelo, y "la tierra va asentando", con lo cual resiste mejor.

Así, después de constatar riadas de cenizas en zonas de montaña de Ourense, este agente forestal indica que ahora la erosión se lleva por delante tierra y barro, también cenizas, pero los ríos no bajan "tan negros como hace un mes".

"Los arrastres no paran de repente. Ni de aquí a un mes ni dos. No con la fuerza del principio, pero seguirán. Y sería necesaria una actuación que la Xunta no está haciendo", avisa este miembro de la asociación ecologista.

Al respecto, alerta de los efectos para la fauna piscícola, ya que toda la materia arrastrada termina en los ríos y afecta a la calidad del agua.

UN ARRASTRE EN BAIONA

Con todo, mariscadores consultados por Europa Press como el patrón mayor de la cofradía de Redondela (Pontevedra), Clemente Bastos, celebran que "por suerte" no han notado "nada" en los bancos: "ninguna mortandad".

En otro de los municipios costeros que sufrió la ola de incendios, la concejala de medio ambiente del Ayuntamiento de Baiona, María Iglesias, señala que el único arrastre que debieron afrontar en esta localidad se produjo el pasado 31 de diciembre.

Este arrastre se dio en el barrio de A Anunciada y San Antón, según explica la edila, que añade que las cenizas "no llegaron al mar" por lo que no implicaron "ningún problema" para la pesca y para el marisqueo.

Sí hubo que limpiar cunetas y alcantarillas que se atascaron. "Este arrastre se debió a que por encima hay fincas privadas y no se habían tomado las medidas correspondientes", ha afirmado la responsable.

FUEGO DE SUBSUELO

Por otra parte, Amigas das Árbores ha denunciado este jueves que una de las turberas que existen cerca de las aldeas de A Pena y Trandeiras (Xinzo de Limia) seguía ardiendo este fin de semana, después de sufrir un incendio a mediados de la primavera pasada.

En concreto, este terreno "muy virgen", en el que se da acumulación vegetal y de materia orgánica, lo ubica en la Lagoa de Antela, y explica que el fuego en este punto quemó árboles que forman cortavientos.

El colectivo lamenta que no se desarrollasen actuaciones para apagar el fuego de subsuelo mediante la utilización de retroexcavadoras, y llama la atención sobre la pérdida del "efecto esponja" de estos espacios, "que se empapan de agua" y luego son "vitales para regular el ciclo del agua".

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