En comparación con los datos del tercer trimestre de 2016 los salarios nominales han crecido un 0,4 por ciento en Castilla y León, un ritmo similar al 0,3 por ciento observado a nivel estatal. Sin embargo, este incremento se queda muy por debajo del experimentado por los precios (un 1,7 por ciento, en ambos casos).

De esta forma, los salarios reales (el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras) vuelven a disminuir, cayendo un 1,3 por ciento tanto en nuestra Comunidad como a nivel estatal. Se trata del cuarto trimestre consecutivo en el que en Castilla y León disminuyen los salarios reales, que se suma al intenso deterioro que los salarios experimentaron durante la crisis.

Con la nueva tendencia a la baja, los salarios reales vuelven a profundizar su deterioro. En concreto, si se toma el dato del último trimestre, el poder adquisitivo de los salarios es, en la Comunidad, un 10 por ciento inferior al de hace 8 años (a nivel estatal, la disminución ha sido del 7,5 por ciento).

"Si continúa la tendencia actual, marcada por un crecimiento de los salarios nominales inferior al de los precios, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios sufrida en la última década no solo continuará sin corregirse, sino que se profundizará", ha aseverado el sindicato en un comunicado.

Según los datos del sindicato la Comunidad cuenta con salarios un 10 por ciento inferiores a la media estatal, y ha experimentado un mayor deterioro de los salarios reales en los últimos años y muestra un "preocupante" menor dinamismo del empleo, cuyo ritmo de crecimiento está siendo apenas la mitad que el observado a nivel estatal.

En nuestra Castilla y León, únicamente se han creado unos 59.000 empleos en los últimos cuatro años (frente a los 158.000 destruidos en los cinco anteriores); si el ritmo de creación de empleo hubiera sido similar al estatal, se habrían creado cerca de 98.000 (casi 40.000 más).

El informe refleja además que la Comunidad cuenta con alrededor de 100.000 puestos de trabajo menos que al inicio de la crisis, cifra que se relaciona con los alrededor de 80.000 habitantes perdidos en este periodo. "En esta situación, el conjunto de España pero, aún en mayor medida, nuestra Comunidad, necesita desarrollar un modelo económico que permita crear empleo y fijar población, de manera compatible con la recuperación del nivel de vida de los trabajadores y un reparto más equilibrado de la renta y la riqueza", ha aseverado.