Entre las 5 y las 14.30 horas, sólo circulará el 66% de los autobuses, por lo que los tiempos de espera se duplicarán. Mañana y el domingo la reducción de vehículos se producirá de 15.30 a 23.30 horas y coincidirá con las horas más utilizadas por los ciudadanos para hacer compras, ya que este fin de semana abren todas la tiendas.

La afectación de las líneas de bus que van a los centros comerciales podría determinar que más gente coja el coche este fin de semana, empeorando la circulación, sobre todo en el centro, el Actur y la avenida Navarra.

Como ha sucedido en anteriores movilizaciones, se espera que a primera hora las frecuencias se mantengan a duras penas, pero que a lo largo del día empeoren.

Los paros se repetirán los días 22 y 23 de diciembre en el mismo horario y la semana del 7 al 13 de enero. Esta última semana sólo saldrá a la calle el 50% de los vehículos y los horarios de huelga serán de 5 a 8 y de 20 a 23 horas.

Los conductores consideran que los servicios mínimos impuestos por el Ayuntamiento son excesivos porque minimizan el impacto de sus movilizaciones y los van a recurrir, aunque este fin de semana los cumplirán.

Por su parte, la empresa considera que las pretensiones económicas y de jornada de los trabajadores son desmedidas y que esta huelga es injustificada.

Menos vehículos en fin de semana

La última huelga de conductores de Tuzsa se desarrolló durante las fiestas del Pilar y afectó a miles de ciudadanos, porque se rompieron las frecuencias, aunque el impacto en los ritmos no fue excesivo porque los servicios mínimos del 66% cumplieron con suficiencia. Esta vez circularán los mismos autobuses que en octubre, pero el paro coincide con el fin de semana, cuando habitualmente se reduce la flota de Tuzsa, por lo que puede que las esperas sean más largas.