El Zoológico del Palacio de Schönbrunn de Viena está de enhorabuena, porque han nacido dos ositos polares mellizos.

"La noticia positiva es que no es un Knut", dijo el vicedirector del zoo, Harald Schwammer, en alusión al destino del famoso osezno polar de Berlín que fue repudiado por su madre tras su nacimiento hace ya un año, y criado por eso con biberón.

Por el contrario, la madre de los mellizos vieneses, la osa Olinka, se ocupa cariñosamente de sus recién nacidos.

El zoo sólo ha difundido un vídeo y fotografías de la mamá y sus bebés tomadas por sus cuidadores. Los visitantes deberán esperar al menos hasta febrero para poder admirar a los nuevos habitantes de la ciudad.

Al nacer, los oseznos polares son del tamaño de una cobaya y muy indefensos: abren los ojos por primera vez después de tres a cuatro semanas, y necesitan seis semanas de edad para intentar los primeros pasos.

Los cuidadores calculan que en febrero de 2008 saldrán por primera vez al aire libre, y también entonces se les dará un nombre, pues antes es casi imposible saber cuál es su sexo.