Crespo rechaza que se le achaque el fraude y dice que Cuesta era capaz de engañar: "No era solo camillero"

  • La defensa del expresidente de Emarsa, exvicepresidente de la Diputación de Valencia y exalcalde de Manises, Enrique Crespo, ha reconocido que en Emarsa había "desorden y un descontrol total" pero ha advertido de que "no es justo depositar toda la responsabilidad en el ejercicio de control en el presidente institucional del organismo", es decir, en el propio Crespo.
Crespo en imagen de archivo
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EUROPA PRESS
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Así mismo, ha apuntado que el exgerente, Esteban Cuesta, "no era un simple camillero" y ha subrayado que "tenía una gran capacidad intelectual no solo para organizar una trama delictiva, sino también para engañar al consejo y a los auditores".

El letrado de Crespo se ha pronunciado así durante la exposición de su informe de conclusiones en el juicio por la pieza principal del caso Emarsa, que ha investigado un fraude de 23,6 millones de euros en la gestión de la depuradora de Pinedo (València) y que sienta en el banquillo de los acusados a 24 personas.

Crespo se enfrenta a 20 años de prisión por prevaricación, falsedad en documento oficial y malversación de caudales. Su abogado ha insistido en que "no hay prueba alguna que sitúe a Crespo en el dominio efectivo de Emarsa", y ha descargado en otros funcionarios públicos las irregularidades que se registraron en la empresa pública: "Existen obligaciones legales de funcionarios públicos que se han incumplido de modo notorio y que hubieran evitado el resultado", ha apostillado.

Como ejemplos, se ha referido a la responsabilidad de la Emshi, puesto que el control interno de Emarsa correspondía a este organismo, "dotado con funcionarios habilitados con estrictas funciones de control", ha descrito. También ha nombrado a los interventores, que no pusieron reparos a lo que estaba pasando, y a auditores.

Respecto a Esteban Cuesta, el letrado ha aclarado que su cliente no decidió unilateralmente que ocupara el puesto de gerente, y ha agregado también que no era un simple "camillero": "Tenía una capacidad intelectual no solo para organizar la trama delictiva, sino también para engañar al consejo de administración y a los auditores.

Tenía toda la información económica y de contratos", ha aseverado. Y ha añadido: "Crespo podía dar instrucciones a Cuesta, pero si éste no las cumplía, no era su responsabilidad. La responsabilidad es del interventor", ha dicho.

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