El objetivo, según han informado desde la UMA a través de un comunicado, es activar un programa "para prevenir la delincuencia y la victimización de dichos menores a través de una intervención personalizada y especializada".

La iniciativa parte de que los jóvenes objeto de intervención "están en una situación grave de vulnerabilidad como consecuencia de las condiciones sociales y familiares extremas que padecen". Además del riesgo delictivo que suele ser visible y objeto de alarma social, estos menores presentan también un grave riesgo victimológico", han añadido desde el Instituto de Criminología.

Aunque la mayoría de los menores extranjeros no acompañados que llegan a Ceuta son acogidos por el sistema de protección, "hay un número de ellos que por diferentes motivos se encuentran en la calle", han apuntado.

Así, se considera que "el reto con estos menores es encontrar soluciones individualizadas y duraderas que permitan estabilizarse a largo plazo en condiciones de normalidad".

El programa se propone "realizar un diagnóstico para, en primer lugar, localizar y cuantificar a los extranjeros menores de 18 años que están solos en las calles de Ceuta, así como a los mayores de edad -de 18 a 21 años- que procedan de una situación de calle habiendo sido menores de edad"; y, en segundo lugar, "valorar de manera individualizada su situación".

Posteriormente, llegará el momento de "asistir a estos menores desde un punto de vista de higiene, alimentación, salud y protección jurídica".

Además, desarrollar estrategias de prevención de comportamientos delictivos y fomentar un estilo de vida pro-social en ellos, así como intervenir de manera personalizada ofreciendo respuestas a sus necesidades e intereses -repatriación, reagrupación, centros de menores, centros especializados, etcétera- son otros de los propósitos señalados en el convenio.