El consejero de Salud del Gobierno Vasco, Jon Darpón, ha destacado "la gran labor realizada por la sociedad vasca" en la lucha contra el Sida durante las últimas décadas, si bien ha advertido de que "no podemos bajar la guardia porque todavía hoy es un problema de primera magnitud sanitaria y humana".

El consejero ha inaugurado este viernes en Bilbao, Día Mundial de la lucha contra el Sida, la jornada organizada por la Comisión Ciudadana Antisida, Bizkaiasida, que conmemora su 30º aniversario.

"El Sida todavía hoy es un problema de primera magnitud, sanitaria y humana, por lo que a las instituciones, ONG, Osakidetza.. nos toca seguir trabajando duro en la prevención, contra la estigmatización y a favor de la convivencia normalizada de las personas infectadas por el VIH, un campo fundamental donde todos y todas debemos implicarnos", ha manifestado Jon Darpón

El Departamento de Salud ha recordado que la propia Organización Mundial de la Salud recalca que el Sida sigue siendo "uno de los más graves problemas de salud pública del mundo, especialmente en los países de ingresos bajos o medianos". En 2015, solamente el 46% de los 36,7 millones de personas infectadas por el VIH en el mundo estaban recibiendo tratamiento específico.

En Euskadi, desde 1984 hasta 2016, se han diagnosticado 5.930 casos de Sida. Los años 1994, 1995 y 1996 supusieron el momento más álgido de la epidemia, con alrededor de 500 nuevos casos anuales de Sida, si bien desde entonces la tendencia descendente se mantiene. En 2016, se diagnosticaron 39 nuevos casos de Sida.

"Sin embargo, no sucede lo mismo con el VIH", han advertido desde la Consejería. En 2016, se notificaron 158 nuevos diagnósticos en Euskadi, tres personas infectadas por semana.

Asimismo, ha indicado que "otro aspecto preocupante es que desde el inicio de la década de los 2000 se está registrando un incremento de infecciones de transmisión sexual, como sífilis y gonococias, que hasta esa fecha se habían reducidas a niveles poco significativos".

Jon Darpón ha destacado "el imprescindible" papel que ha desempeñado la sociedad vasca a lo largo de más de tres décadas a la hora de hacer frente a esta enfermedad y, al mismo tiempo, defender los derechos de las personas portadoras del VIH.

A su juicio, "la epidemia de Sida nos ha hecho una sociedad mejor, en la medida en que la convivencia con las personas infectadas por el VIH, con las asociaciones de activistas y pacientes, ha contribuido a que seamos una sociedad más solidaria, más compasiva, con más valores".

En este sentido, ha mostrado su gratitud a las asociaciones que trabajan en este ámbito, a quienes ha reiterado que seguirán contando con el "respaldo firme" de las instituciones vascas.

El consejero de Salud ha resaltado "los enormes cambios experimentados desde la aparición del VIH/Sida hasta hoy: hace 30 años, la esperanza de vida de una persona que desarrollaba Sida era de unos 60 días, mientras que hoy, la infección por VIH se ha convertido en una enfermedad crónica y, lo que es más importante, las personas infectadas tienen una calidad de vida sustancialmente mejor".

En esta línea, ha señalado que Euskadi, que fue "pionera" en la implementación de programas de prevención e integración de las personas seropositivas, "sigue hoy trabajando en torno al Plan Estratégico de Prevención y Control del Sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual 2015-2018".

Este plan aglutina las diferentes acciones preventivas, asistenciales y sociales con el objetivo de prevenir nuevos casos y también de atender a las personas afectadas, para "mejorar su calidad de vida, afrontar comorbilidades asociadas, y hacer frente al estigma y a la discriminación que, aunque parezca increíble, en pleno siglo XXI aún sufren las personas con VIH y Sida".

5.661 PACIENTES

En 2016, Osakidetza destinó 36,1 millones de euros a tratamientos antirretrovirales, para tratar a 5.661 pacientes afectados por la infección del VIH, en función de los datos aportados por el Departamento de Salud.

Euskadi cuenta con consultas especializadas para enfermedades infecciosas y para infecciones de transmisión sexual, con unidades asistenciales hospitalarias y ambulatorias de enfermedades infecciosas y con programas de reproducción asistida para "parejas discordantes".

Del mismo modo, el servicio público vasco de Salud ofrece también tratamiento reparador para pacientes con lipodistrofía facial secundaria al tratamiento antirretroviral. Igualmente, el trasplante hepático se ha abierto a pacientes coinfectados por VIH y VHC, y posteriormente los nuevos tratamientos antirretrovirales para la hepatitis C.

La Consejería también ha destacado el programa de formación sobre VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual, dirigido a profesionales de la atención primaria, en el que han participado ya más de 600 profesionales.

En la actualidad, Osakidetza se dispone a abordar, desde el servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario de Donostia, un estudio observacional de profilaxis pre-exposición frente al VIH, cuyo objetivo es analizar si esa profilaxis puede ser un medio para reducir el número de personas infectadas por el VIH.

Jon Darpón ha destacado también el papel de las farmacias vascas, las primeras de Europa en realizar el test rápido del VIH, un servicio que en la actualidad prestan 50 farmacias en Euskadi y que también puede hacerse en las ONG, además de en los centros de Osakidetza. Además, ha señalado la existencia de programas de intercambio de jeringuillas, puesto en marcha en 1990.

El consejero ha alabado, asimismo, el "gran trabajo" que los profesionales de Osakidetza llevan a cabo en la prevención y tratamiento del Sida dentro de los centros penitenciarios de Euskadi.

En el ámbito de la información, Osakidetza cuenta herramientas como un teléfono de información sobre el VIH y atiende consultas online en su web. El sistema Sidamedia semanalmente difunde a través de correo electrónioc las principales noticias sobre VIH/Sida e infecciones de transmisión sexual. Además, existe una consulta virtual online para hombres que tienen sexo con otros hombres.

En el terreno educativo, destaca el programa de prevención del VIH dirigido de forma preferente a jóvenes de entre 16 y 18 años y que aborda la prevención de todos los posibles riesgos asociados a las relaciones sexuales. El curso pasado, participaron 6.100 estudiantes de 84 centros educativos.