El Santuario de La Cinta, declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los edificios religiosos más visitados de la capital y uno de los lugares más emblemáticos de Huelva por estar dedicado a su Patrona.

Desde hace unos años, el santuario ha sufrido numerosos actos de vandalismo que han obligado a la Hermandad de la Virgen de La Cinta a reforzar la seguridad. Así, se ha instalado una reja de dos metros y cinco cámaras de videovigilancia para controlar el acceso a los jardines.

Sin embargo, la entrada a la explanada del santuario, donde está ubicado el mirador, sigue estando fuera de control. Muchos jóvenes entran con motos y vehículos llegando a romper los candados de seguridad de la puerta de acceso.

El hermano mayor de la Hermandad, Manuel Roméu, comenta que por la zona no se ven coches patrulla y, por esta razón, aumenta la inseguridad en el recinto.

Hace unos años ya se pusieron en marcha iniciativas de este tipo ante la oleada de robos que se produjo en el santuario. Los asaltantes llegaban hasta el interior del edificio y provocaban numerosos daños por lo que la Hermandad decidió cerrar todas las entradas al patio y colocar rejas en las ventanas.

Destrozos en el Humilladero

El Humilladero de La Cinta, una pequeña ermita en honor a la Patrona de Huelva, también está siendo objeto de actos vandálicos. Los azulejos están dañados por pedradas y en la fachada suelen aparecer pintadas.

Según Manuel Roméu, el deterioro de la ermita es "inaceptable" y pide al Ayuntamiento que "preste más atención al patrimonio artístico de la ciudad".

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