Ningún hospital público de la provincia de Alicante promueve el parto natural

  • Algunos centros privados sí que lo ofrecen.
  • Se trata de apostar por la mínima intervención médica.
  • Las madres eligen las posturas para parir.
  • CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE ALICANTE.

Promover una atención al parto «personalizada y respetuosa que evite las intervenciones médicas sin motivo y promueva la participación activa de la madre».

Ésta es la iniciativa que el Congreso de los Diputados aprobó en octubre para humanizar el parto. Pero, por ahora, en la provincia de Alicante no hay ningún hospital público con maternidad que impulse los partos naturales, según han conrfirmado desde la Conselleria de Sanidad.

En la Comunitat, tan sólo se hace en el de La Plana, en Castellón, a 250 kms de Alicante.

La sanidad privada, en cambio, sí lo prevé en varias clínicas. Esta forma más natural de dar a luz, recomendada por la Organización Mundial de la Salud, destierra prácticas generalizadas como el rasurado genital, la episiotomía (incisión para ampliar la apertura vaginal) y la oxitocina (medicamento que provoca contracciones).

Además, a la hora de parir se suprime la postura ginecológica (con las piernas en un potro), para que pueda deambular por la habitación y adoptar la mejor postura.

Aunque suene a otra época, en el siglo XXI todavía hay partos fuera de los hospitales. Medio millar de alicantinas dan a luz de forma alternativa en la provincia, y en 2006 unas 93 tuvieron a sus hijos en la calle o en casa.

Coni Peres tuvo la oportunidad de parir en una bañera de agua caliente y asegura que es donde mejor «y más segura» se sintió. Fue en la clínica Acuario, de Beniarbeig.

Fuentes de la clínica, una de las pocas en España que ofrece partos con agua, afirman que el nacimiento es menos traumático así porque «se pasa de un medio acuoso a otro y después el bebé descansa en el pecho de la madre».

Tras una cesárea tuvo un parto vaginal

Patricia Sanz. Publicista, 37 años

«Fue la experiencia de mi vida »

Tras el nacimiento de su hija Carlota, hace siete años, a Patricia se le quitaron las ganas de volver a ser madre. «Tuve una cesárea en La Paz (Madrid) tras un parto inducido en el que me pusieron oxitocina, lo que me provocó unas contracciones muy fuertes». Recuerda esta vivencia como «muy dolorosa» y no sólo por el daño físico. «El trato humano fue muy malo, no me informaban de las cosas que me hacían, nunca supe quién era mi matrona y al menos diez estudiantes me hicieron tactos vaginales». Hace dos años se quedó de nuevo embarazada y decidió tener a Violeta como «siempre deseé». «Como en Madrid me dijeron que era muy difícil tener un parto natural, me fui a Alicante, a la clínica Acuario». Relata que fue «la experiencia de mi vida». «En las seis horas de parto pude caminar, me daban masajes y cogí a la niña nada más nacer».

Mostrar comentarios

Códigos Descuento