En Urgencias del hospital Juan Canalejo había ayer 15 pacientes que debían ingresar y que no tenían cama. Ni en planta ni en la nueva unidad de preingreso.

Estos 15 enfermos son los habituales, según el sindicato Omega, que también califica de «normal» que el lunes hubiese 50. Y que esperen desde horas hasta cuatro días. Ésta es la radiografía que Marina Tallón, miembro de la junta de personal del centro, ofrece de un hospital «saturado».

Con casi 1.500 camas, el Canalejo no da abasto. «Es un problema crónico: todos los días del año tenemos gente pendiente de cama, pueden ser 10 o 60, pero siempre hay», explica Tallón.

Y eso que hace unos meses, con la reforma de Urgencias, se abrió una unidad de preingreso para 35 pacientes que no tienen sitio en planta. Además, hay una sala de espera con camillas.

Pero estos servicios se quedan escasos día sí y día también y los enfermos que no caben en ellos aguardan en Urgencias ocupando el espacio destinado a las personas que cada día acuden aquí.

Y no son pocas: unas 400. Por eso, el hospital va a habilitar una nueva sala con sillones para aquellos pacientes que no precisan estar en una cama o camilla.

Falta hará en las próximas semanas, cuando Tallón prevé que empiece el repunte de gripe habitual del invierno.

 Cada vez más graves

Tallón, que es médico en Urgencias, explica que, pese a que los PAC y centros de salud resuelven muchos casos que antes llegaban al hospital, los enfermos no bajan.

Reciben el mismo número de pacientes, pero en peor estado.Por eso, dice, cada vez hay más ingresos a través de Urgencias. Cerca del 20% de los pacientes deben pasar a planta.