El Índice de Precios de Consumo (IPC) registró un incremento interanual del 1,6% en octubre, dos décimas por debajo de la subida de precios de septiembre, debido principalmente a un menor encarecimiento de los carburantes, según ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los precios del transporte, muy dependientes de la evolución del petróleo, han subido un punto menos (2,2% este octubre) que en el mismo período de 2016. También influyó en la moderación del IPC el menor encarecimiento de las prendas de vestir y de la electricidad, así como el abaratamiento del gas, del transporte aéreo, los paquetes turísticos y los automóviles.

En sentido contrario, fueron los alimentos y bebidas los que más influyeron como grupo a la subida de precios. Especialmente la subida de las frutas, frente a la estabilidad de estas en octubre del año pasado.

La tasa interanual de octubre es la decimocuarta positiva que encadena el IPC interanual e implica que los precios son hoy un 1,6% superiores a los de hace un año. En términos mensuales (octubre sobre septiembre), el IPC subió un 0,9%, ligeramente por debajo de lo que lo hizo en el mismo mes de 2016, cuando aumentó un 1,1%. De ahí esa caída de dos décimas en la tasa interanual.

La inflación subyacente —no incluye los precios energéticos ni de alimentos no elaborados— bajó en octubre tres décimas, hasta el 0,9%, y lleva ya 52 meses por debajo del 2%.

UGT considera que "no hay más excusas" para subir "ya" los salarios. La media de la inflación en los diez primeros meses del año se sitúa en 2,1%, mientras que la revalorización de salarios en convenio hasta octubre se sitúa en el 1,4% para 6.579.931 trabajadores. Solo el 21,3% tienen cláusula de garantía salarial. "Los precios crecen más que los sueldos", dice Gonzalo Pino, secretario de Política Sindical de UGT.

En este sentido, pide "abandonar las políticas de austeridad y las rebajas fiscales electoralistas, y repartir el crecimiento económico de manera justa y equilibrada, para que la riqueza que se genera alcance a los trabajadores y sus familias", unido a un cambio del modelo productivo.

Por ello, Pino plantea "incrementos salariales que recuperen poder adquisitivo para los trabajadores, con cláusulas de garantía y un salario mínimo  de al menos 1.000 euros". La organización sindical advierte de que los deciles salariales de la EPA reflejaron por primera vez en 2016 una disminución del salario medio, que bajó un 0,8%, mientras la economía crecía un 3,2% y los excedentes empresariales un 4,9%.

"De no llegar a un acuerdo para los salarios de 2018, iniciaremos movilizaciones a principios del próximo año, no vamos a tolerar que nuestro país se convierta en un país de trabajadores y pensionistas pobre", zanja Pino. La pensión se revalorizó este año de hecho un 0,25%, casi dos puntos menos que la subida de precios media de este año.