El mercado laboral español se queda a menos de un millón de ocupados del objetivo que se marcó Rajoy para esta legislatura, según la Encuesta de Población Activa publicada este jueves por el INE. En concreto, España suma 19.049.200 trabajadores después de añadir 235.900 empleos en el tercer trimestre del año. La diana de los 20 millones, de este modo, parece asequible si persiste el ritmo de medio millón de nuevos empleos anuales.

"Estamos a un empujón de que la recuperación llegue a todos", afirma la ministra de Empleo Fátima Báñez. "Son datos positivos, hemos recuperado dos millones de ocupados desde el peor momento de la crisis", añade el titular económico Luis De Guindos, cuyo departamento subraya que el avance del empleo en el último año (2,8%) es similar al del PIB (el 3,1%) y eso significa que casi todo el crecimiento se traduce en nuevos puestos de trabajo.

El empuje tiene su motor en los servicios. La restauración y el comercio asociados al verano han disparado el empleo en este sector a 14,4 millones de ocupados, un máximo en su serie histórica. Solo en el último año, han supuesto el 57,8% de los 521.700 empleos añadidos en el país. Muy por delante de la industria (suma 139.400), construcción (47.400) y agricultura (33.200).

"La creación de empleo sigue concentrada en los sectores menos productivos y hay débiles evidencias de cambio a actividades de más valor añadido", lamentan desde CC OO. Un desglose por actividad da la razón al sindicato. La hostelería ha llegado a un nuevo récord histórico con 1.749.300 empleos y, junto al comercio, han aportado en el último trimestre 123.200 ocupaciones, más de la mitad de todo el empleo creado en este período.

Además, gran parte del empleo creado tiene fecha de caducidad. El mapa a finales de septiembre deja una España que añadió en verano 148.900 asalariados temporales, un alza que duplica el avance de los fijos (+67.500). Así que la temporalidad alcanza ya al 27,4% de todos los ocupados, la tasa más abultada en la era Rajoy.

La visión del Gobierno es otra. Báñez regresó hoy a su argumento de que el empleo que se crea es de "mejor calidad" y se basa en que se han sumado 299.300 asalariados fijos al mapa laboral español en el último ejercicio, por 202.700 temporales. "Pero eso no significa que la mayoría de empleo creado sea indefinido", matizan desde Infojobs; "las dinámicas de mercado conllevan un periodo de temporalidad antes de convertir un contrato en fijo".

UGT no comparte en absoluto esa visión. "La recuperación del empleo viene de la mano de más precariedad", asegura Mari Carmen Barrera, secretaria de Empleo del sindicato. "El 36,5% de los parados lleva más de dos años buscando trabajo... y cuatro de cada diez no tienen ningún tipo de cobertura", añade citando los datos del propio ministerio de Empleo.

"No es oro todo lo que reluce, hemos tardado ocho años en recuperar dos millones de empleos y nos quedan otros 1.750.000 para alcanzar los 20,7 millones de 2007", apunta Andreu Cruaña, presidente de Asempleo. "Además, amplios sectores de la población siguen sin beneficiarse de la recuperación y soportan niveles inaceptables de desigualdad, pobreza y bajos salarios", añaden desde CC OO.

La cifra de parados se quedó al cerrar septiembre en 3.731.700 personas, tras recortarse en 182.600 de julio a septiembre. La tasa de desempleo, por su parte, se queda en el 16,38%. Tanto la cifra como la ratio disminuyen a valores de hace nueve años. Es un mordisco importante al desempleo en España, pero claramente inferior al registrado en los tres últimos años de recuperación : 2014 (-195.200), 2015 (-298.200) y 2016 (-253.900).

El desempleo ha caído en 13 comunidades en el tercer trimestre y solo sube en cuatro (Murcia, País Vasco, Andalucía y La Rioja). Pero destaca el caso de Baleares. El archipiélago, impulsado por el despegue del turismo, elevó un 5,6% su empleo en el pasado trimestre, rebajó un 17,05% su cifra de desempleados y dejó la tasa en el 9,25%. Una cifra muy destacable, porque es la primera región que rebaja su tasa de los diez puntos desde 2008.

Los datos de la encuesta son del tercer trimestre, por lo que aún no reflejan el impacto del conflicto político en Cataluña. En todo caso, el empleo siempre es un indicador retardado de actividad, así que los efectos del secesionismo catalán empezarían a impactar sobre todo el próximo año, tal y como el ministerio de Economía y la AIReF han destacado en sus últimos informes.

"La desaceleración de la actividad está siendo intensa en Cataluña, con un parón del consumo y paralización de inversiones", ha explicado De Guindos. "Lógicamente las crisis políticas tienen un impacto importante en la economía porque generan incertidumbre. Por esos debemos solucionar el problema de Cataluña lo antes posible".

El ministro, finalmente, ha pedido a la ciudadanía no biocotear los productos catalanes. "No tiene el más mínimo sentido", ha dicho. "Es el momento de apoyar a las empresas catalanas porque son los mas afectadas por las políticas irresponsables de la Generalitat. Son parte de la economía española y por eso son importantísimas. La correlación de la economía catalana dentro de la española es casi del 100%. Si una va bien, la otra también".