En concreto, la decisión ha sido tomada, tal y como ha señalado la Xunta en un comunicado, tras evaluar la evolución de la situación del tiempo y una vez analizados detalladamente los diferentes indicadores técnicos que inciden en el riesgo de fuego.

También se ha tenido en cuenta que la normativa prohíbe las quemas cuando las condiciones meteorológicas puedan dificultar su control, especialmente en los días de viento.

Asimismo, la Consellería do Medio Rural ha pedido la colaboración ciudadana para que extreme las precauciones y denuncie cualquier actividad delictiva incendiaria de la que tenga conocimiento.