¿Es una buena idea comprar una casa? Sobre esta pregunta hay opiniones para todos los gustos, aunque los datos apuntan mayoritariamente al hecho de que acaba siendo algo positivo. Lo cierto es que es una decisión muy importante en nuestra vida y debemos ponderar con detenimiento todo lo que implica. Desde el punto de vista de la inversión, la historia demuestra que la vivienda es la opción más segura. Los porcentajes de revalorización de una casa rondan el 5% –dependiendo del momento y el lugar–. Además, la compra de un piso permite una deducción de impuestos mucho mayor que otro tipo de operaciones financieras. Otra ventaja es que en una casa propia se pueden hacer cambios, adaptaciones y mejoras, algo difícil en una vivienda de alquiler.

Puntos negativos

Sin embargo, no todo son ventajas. Estamos hablando de una gran inversión, por lo que para poder afrontarla tendremos que privarnos de otras cosas; para muchos acaba convirtiéndose en una obligación económica de por vida. Una casa excesivamente ambiciosa para nuestras posibilidades limitará nuestra capacidad de acción y puede llegar a ahogarnos económicamente. Una mala elección en el emplazamiento –junto a una autopista o un aeropuerto– puede acabar haciendo nuestra vida más difícil. También hay que saber que una casa en propiedad significa responsabilidades de mantenimiento y reparación.