El centro para adolescentes adictos a la cola de Barcelona abrirá en octubre con 25 plazas

  • El equipamiento nace para ayudar a los jóvenes a integrarse en la sociedad y a revincularse con el centro de acogida si son menores tutelados.
  • Durante todo el tiempo de retraso en la puesta en marcha del centro, los jóvenes han estado a cargo de los educadores de calle.
Una imagen de archivo de un centro de menores.
Una imagen de archivo de un centro de menores.
ARCHIVO
Una imagen de archivo de un centro de menores.

El centro para menores que esnifan cola en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona abrirá a mediados de octubre. Tendrá capacidad para 25 jóvenes, aunque abre como un recurso flexible, y les dará una respuesta sociosanitaria para tratar y superar cualquier adicción y acompañarlos en su proceso de integración social.

En caso que sean menores tutelados, también se trabajará para conseguir que se revinculen. Así lo ha explicado la nueva directora General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència (DGAIA), Georgina Oliva, en una entrevista en la que ha puntualizado que durante todo el tiempo de retraso que ha sufrido la puesta en marcha del centro, los jóvenes han estado a cargo de los educadores de calle.

Hace aproximadamente un año, el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies anunció la puesta en marcha, en colaboración con el Ajuntament de Barcelona, de un centro para tratar y ayudar a los adolescentes adictos a la cola que esnifan en el distrito de Ciutat Vella de Barcelona.

Ahora, de aquí a poco más de un mes, el equipamiento abrirá sus puertas con espacio físico para atender a 25 jóvenes pero con la voluntad de llegar a todos los adolescentes que puedan padecer esta u otras adicciones y necesitan un apoyo sociosanitario para hacerle frente y salir de la situación de exclusión que viven.

Por eso, tal y como ha explicado la nueva directora de la DGAIA, Georgina Oliva, es un centro que nace para dar continuidad al trabajo que hasta ahora han hecho los educadores de calle, en intervenciones comunitarias, y que pretende, al mismo tiempo, acompañar a los menores en su proceso de integración y, en el caso de que sean tutelados, como lo son algunos de los chicos y chicas que la administración tiene controlados, puedan revincularse en el centro de acogida del que se han escapado.

Equipamiento diurno todo el año

El centro, que será un equipamiento diurno abierto de 9 de la mañana a 9 de la noche cada día del año, los jóvenes dispondrán de una cama por si necesitan descansar y, por tanto, se les cubrirán las necesidades básicas para que se encuentren ''cómodos'' y en un ''espacio cercano'' para poder hacer un abordaje más ''en profundidad'' que el que se lleva a cabo con los educadores de calle y, por eso, se hará a través de un equipo integrado por educadores, trabajadores sociales y psicólogos.

Para Oliva, es necesario que sea un espacio ''más contenedor'', con facilidades para que los jóvenes comiencen a tener más vinculación con los profesionales y además de superar las adicciones, y puedan volver a los centros de protección y comenzar a diseñar itinerarios hacia la vida adulta.

La Generalitat y el Ajuntament de Barcelona tiene contabilitzados a entre 15 y 20 jóvenes que padecen esta adicción y deambulan por el centro de la ciudad, pero desde la DGAIA se remarca que es una cifra que se ha reducido este verano. Una parte, no todos, son menores tutelados que han huído del centro donde vivían. Aunque cuando resurgió el fenómeno hubo conflictos entre los jóvenes y los vecinos, desde la DGAIA se asegura que hace meses que se dan.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento