Es decir, cambiar las losetas de cristal (por las que se han resbalado numerosos peatones) por otras de materiales más adherentes. Eso sí, siempre que vaya en beneficio del interés público, y una sentencia en firme confirme el dictamen que ha dado la razón al Ayuntamiento.
Desde que se inauguró Zubi Zuri, en mayo de 1997, el Ayuntamiento ha tenido que cambiar unas 600 losetas que se habían roto. Se ha gastado unos 300.000 euros para su reparación. La tensión del puente provoca roturas en el suelo de forma periódica.
Aunque Azkuna prefirió ayer esperar el desenlace ante el recurso interpuesto por el despacho de Calatrava, el abogado que defiende al Consistorio, Gonzalo Ruiz, consideró que el cambio de losetas «estaría justificado». El Consistorio ha tenido intención de sustituirlas por otras más seguras hace años.
El ahorro, tanto económico como en sustos y resbalones, sería importante.
«Acepto el coscorrón», dice Azkuna
La sentencia del caso Calatrava, aunque da la razón al Ayuntamiento, también le da un tirón de orejas. El dictamen cree injustificable que el Ayuntamiento no se dirigiera a Calatrava para añadir la prolongación diseñada, finalmente, por Isozaki. «Acepto el coscorrón, pero lo que vale es el global: los argumentos del Ayuntamiento han sido escuchados», dijo Azkuna.
Frases del alcalde
«Satisfechos»: Con la sentencia, que recoge los argumentos municipales.
«Obcecados»: Reconoce que el Ayuntamiento lo ha estado ante el problema de las baldosas.
«Yo también me he caído»: Fue antes de ser alcalde, según reconoció ayer. Y fue debido a las baldosas.
«Tengo dudas»: Las tenía sobre la resolución judicial y ahora ante cómo concluirá el recurso.
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