"Nuestra casa se balanceaba de un lado a otro, se escuchaban sirenas y gritos en la calle"

Vecinos de Ciudad de México permanecen fuera de sus hogares tras el terremoto de magnitud 8,2 con epicentro en Chiapas.
Vecinos de Ciudad de México permanecen fuera de sus hogares tras el terremoto de magnitud 8,2 con epicentro en Chiapas.
Sáshenka Gutiérrez / EFE
Vecinos de Ciudad de México permanecen fuera de sus hogares tras el terremoto de magnitud 8,2 con epicentro en Chiapas.

El español Pablo Sánchez Olmos estaba en su casa, en Ciudad de México, cuando quince minutos antes de medianoche escuchó una alarma en la que se anunciaba de la llegada de un movimiento sísmico: "Nuestra primera reacción fue de incredulidad", asegura Pablo, que recuerda que justo un día antes esa misma alarma había sonado advirtiendo de un terremoto. Un "fallo humano de las autoridades", aunque esta vez "era real".

"Poco tiempo después del aviso, mi novia y yo notamos cómo nuestra casa se balanceaba como un barco, de lado a lado", cuenta Pablo a 20minutos.es sobre el terremoto de magnitud 8,2 que ha sacudido México.

Mientras el seísmo agitaba su vivienda, Pablo se quedó sin luz y durante un minuto "que se hizo eterno" pudo escuchar cómo caían casquillos de los edificios que rodean su casa.

"En la calle se escuchaban sirenas, alarmas de coches y algunos gritos", relata el español que, cuando salió a la calle se encontró con sus vecinos "en pijama". "Lo que más me preocupó fue que los propios mexicanos, acostumbrados a estos temblores, reconocieran que éste había sido demasiado fuerte".

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha advertido este viernes que podría haber una réplica del terremoto de hasta 7 grados de magnitud. "Con estas previsiones creo que esta noche no podremos pegar el ojo", dice Pablo.

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