Según ha informado la Guardia Civil en una nota, la menor se marchó tras una discusión familiar sin llevarse documentación, teléfono móvil ni dinero, cogiendo únicamente una mochila con ropa.

Los agentes han indicado que, como la menor ya había abandonado el domicilio en otras ocasiones y había regresado a las pocas horas, la madre no lo comunicó a la Guardia Civil hasta el día siguiente, activándose el protocolo establecido para la desaparición de personas.

Así, las patrullas territoriales comenzaron a batir las zonas frecuentadas por la menor, de 17 años, así como a entrevistarse con amigos y familiares para dilucidar la desaparición. Fue un amigo de la menor quien da una pista a los investigadores sobre su paradero, localizándola agazapada en un inmueble en construcción de la estación de Jimena, donde había pasado la noche.

Los agentes, tras comunicar a la denunciante el hallazgo de su hija, la trasladaron a un centro hospitalario donde comprobaron su buen estado de salud, trasladándola a su domicilio.