Cada pediatra está viendo en torno a 15 ó 20 casos  al día de niños con dolencias gástricas e intestinales, sobre todo en la franja de edad de 3 a 10 años. La mayoría llega con diarreas o vómitos, dolor de tripa e incluso fiebre y, en algunos casos, terminan en urgencias.

Los facultativos aclaran, sin embargo, que suele tratarse de dolencias víricas no graves que se pasan en tres o cuatro días. Lo recomendado es acudir al pediatra y evitar la automedicación y, si no se trata de un episodio muy grave, también se puede acusir a las urgencias hospitalarias.

Por el momento, el brote es similar a los que se han registrado otros años por estas fechas, aunque los médicos opinan que podría complicarse aún más en las próximas semanas debido principalmente al frío.

El brote está haciendo mella ya incluso en algunos colegios, aunque de forma muy puntual y localizada. La mejor manera de prevenir estos procesos víricos es abrigarse bien y evitar los cambios bruscos de temperatura.

Falta de médicos especializados

Asociaciones vecinales y, sobre todo, padres se quejan de que en varios pueblos de Aragón aún no hay pediatras especializados y son facultativos generalistas los que se ocupan de la asistencia infantil. El Salud se comprometió a disponer pediatras para todos los niños. Aun así, asegura que los médicos de familia están igualmente bien preparados para tratar niños.

Las claves

También en adultos: Los médicos alertan de que cuando aparece un brote infantil de este tipo suele transmitirse también a los adultos.

Catarros y resfriados: En algunos casos, el virus gástrico se complica con procesos catarrales y enfriamientos típicos de la época del año.

Muy contagioso: Este tipo de virus se contagia con facilidad, más aún en época escolar.