Algo tan sencillo como hacer una revisión de los dientes se convierte en algo muy difícil para el dentista cuando el paciente sufre una determinada discapacidad física o psíquica. En estos casos, «tenemos que recurrir a la sedación o a la anestesia», explica Elena López-Arranz, odontólogo responsable de la unidad especial de salud bucodental del Hospital Universitario Central de Asturias.

Esta unidad especial se creó en el mes de mayo, ¿ya se puede hacer un balance de estos primeros meses?

La unidad nació porque estos pacientes tenían que irse a las clínicas privadas y ahora es un referente en Asturias. Hasta el pasado mes de octubre habíamos atendido a 200 pacientes.

¿Hay lista de espera?

Sí, hay una lista de espera de seis meses, con 150 pacientes, porque sólo disponemos de un quirófano a la semana, aunque esperamos tener dos dentro de poco.

¿Con qué problemática llegan los pacientes a esta unidad?

Estos pacientes suelen venir con muchos problemas en la boca porque hay fármacos, como los epilépticos, que destrozan las encías. Pero el problema fundamental es de higiene. En estos meses hemos hecho un total de 100 limpiezas y 150 extracciones.

Y, en general, ¿se cuidan los asturianos la boca?

Poco. La higiene bucal es bastante deficitaria. Se da poca importancia a la boca hasta que surgen los problemas. La gente no va al dentista hasta que les duele o se les mueve un diente.

¿Con hacer revisiones una vez al año es suficiente?

Sí, pero si tienes un problema específico o en casos de niños con muchas caries, hay que ir cada seis meses.

BIO

Elena López- Arranz tiene 37 años y es la responsable de la unidad especial de salud bucodental del HUCA.