La titular del juzgado número 3 de Tarragona imputa un delito de homicidio por imprudencia a los padres del bebé de dieciocho días que el pasado domingo murió desangrado en esta ciudad después de que se le practicase una circuncisión casera y sin garantías sanitarias.

Fuentes judiciales han aclarado hoy que los padres del menor, de nacionalidad nigeriana, declararon el pasado martes en calidad de imputados, y no de testigos, como se informó ayer, ante la magistrado que lleva el caso.

Retirada del pasaporte

Al parecer, los padres implicaron en los hechos a la mujer, también de nacionalidad nigeriana, que practicó la circuncisión al bebé en el domicilio de la familia, situado en el barrio del Pilar de Tarragona, que todavía no ha sido detenida.

Tras escuchar la versión de los padres del pequeño, la juez les imputó un delito por homicidio imprudente y, como medida cautelar, les ha retirado el pasaporte.

Por otra parte, el alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros (PSC), ha lamentado lo sucedido y ha lanzado "un aviso a la sociedad para que no vuelva a morir un niño por intervenciones imprudentes y mal hechas, cuando se pueden practicar con garantías en los centros hospitalarios".

Los servicios sociales municipales han realizado un informe sobre la situación de la familia del bebé fallecido, que han facilitado a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de la Generalitat.

Según Ballesteros, el Ayuntamiento colaborará "en todo lo que haga falta" para esclarecer este caso.

El bebé falleció el pasado domingo a causa de un 'shock' hipovolémico por pérdida de sangre a través de una herida peneal.

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