Los datos del INE sobre Contabilidad Nacional confirmaron ayer la desaceleración de la economía española. El PIB creció entre julio y septiembre un 3,8%, dos décimas menos respecto al trimestre anterior. Esta segunda caída consecutiva se debe a un descenso de cinco décimas en la demanda interna (4,4 puntos). La responsabilidad recae sobre el consumo de los hogares, que se desaceleró cuatro décimas respecto al trimestre anterior, hasta el 2,9%.

Por su parte, el sector que ha tirado en los últimos años del crecimiento español, el de la construcción, registró una ralentización inversora de ocho décimas. El INE asegura que el ‘ladrillo’ ha mostrado menos dinamismo, especialmente en la edificación residencial. De hecho, la inversión en este tipo de vivienda ha caído del 3,7% al 2,9% entre el segundo y el tercer trimestre, debido al menor ritmo de iniciación de obras.

A pesar de la ralentización, el avance del PIB supera la media de la UE de los Veintisiete (2,9%) y de la zona euro (2,6%). Asimismo, destaca la notable subida del 8% en las exportaciones de bienes y servicios, su mayor avance desde el primer trimestre de 2001.

Malas perspectivas

La Comisión Europea advirtió ayer a España por su baja productividad en 2006, aunque aumentó un 0,7% respecto a 2005. Esta subida fue muy inferior a la media de la UE (1,5%) y sólo Italia y Portugal lo hicieron peor. Bruselas considera que, en los próximos años, España no logrará mejorar estos resultados más de un 0,8%, lo que nos colocaría en el último puesto.

Zapatero y el país de las maravillas

El presidente Zapatero esgrimió ayer en el Congreso los datos del INE para rebatir las acusaciones de mala marcha de la economía por parte del líder del PP, Mariano Rajoy. Zapatero dijo que muestran la "mejor composición" del crecimiento económico y Rajoy le acusó de vivir como "Alicia en el país de las maravillas".