Una decena de expertos de países europeos están estudiando en Valencia la posibilidad de introducir dispositivos electrónicos, como microchips, en la cadena alimentaria de un producto, desde que es materia prima hasta su consumo final.
El objetivo es informar al consumidor sobre todo el proceso, tal y como indica una de las integrantes del proyecto Traceback, Noemí Vidal, del Departamento de Transferencia de Tecnología del instituto tecnológico Ainia.
De momento están haciendo una prueba piloto con el tomate y lácteos. «Queremos que con el código de barras se pueda saber el tipo de semilla, fertilizantes usados, temperatura...». La consulta de esta información podría hacerse por Internet, y uno de los objetivos es que no encarezca demasiado el producto final.
- CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE VALENCIA
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios