Un texto de difícil consenso

El mayor escollo que afronta la redacción del documento gira en torno a la diferente perspectiva sobre su contenido.

Mientras los israelíes son partidarios de que el documento sea una declaración de principios, los palestinos exigen que incluya un calendario de resolución de los "asuntos cruciales" del conflicto, como las fronteras del futuro estado palestino, el problema de los refugiados y la división de Jerusalén.

Las posturas de las partes han permanecido hasta ahora inamovibles pero la política de gestos parciales que Olmert ha desplegado en las últimas horas con Abás podría haber propiciado nuevos terrenos de entendimiento entre ambos líderes.

Poco antes de reunirse con Abas, Olmert ha anunciado a su gobierno la paralización de los asentamientos israelíes en Cisjordania, lo que figura en el primer punto de la llamada "Hoja de Ruta" para un acuerdo de paz entre las dos partes y era una de las exigencias palestinas antes de la conferencia.

El primer ministro israelí también presentó a su ejecutivo un plan para liberar a 450 prisioneros palestinos, en su mayoría miembros del movimiento al-Fatah de Abás y sobre los que no pesan condenas por delitos de sangre.

Tanto el anuncio oficial de la cumbre, así como el de las delegaciones participantes, no se conocerán hasta que se logre acordar -o no-, el documento que servirá de base de discusión y cuya elaboración se ha convertido en una carrera contra el crono.