La manifestación se había convocado, como en otras ciudades de España, para mostrar la repulsa por el asesinato de un joven el día 11 en Madrid a manos de unos nazis, y transcurrió sin incidentes desde la plaza de las Canteras, en el barrio de Torrero, hasta la puerta vieja del cementerio de la capital aragonesa, donde se leyó un manifiesto, tras lo que los manifestantes se dispersaron.

Éstos portaban pancartas con leyendas como "Contra el fascismo y el oportunismo. Día a día acción directa", "Ni olvidamos ni perdonamos", "Hoy como ayer, Zaragoza antifascista", "Torrero-La Paz, por la multiculturalidad" o "Recortes sociales fomentan el racismo".

La manifestación comenzó a las 18:30 horas, con media hora de retraso porque los organizadores intentaron negociar con cierta tensión una menor presencia policial a lo largo del recorrido, pero finalmente la protesta se desarrolló sin incidentes.

Los radicales recriminarón a los medios

Un grupo de jóvenes más radicales, sin embargo, entonó cánticos contra los medios de comunicación y las fuerzas del orden, como "Nazis y policía, la misma porquería", "Esos de ahí enfrente, torturan a la gente" o "La poli señala, los nazis apuñalan" y provocó a los agentes, aunque fueron contenidos por miembros de las asociaciones convocantes de la protesta.

Cuando se convocó esta manifestación se temió que se pudieran producir enfrentamientos con miembros de las asociaciones nazis, que tradicionalmente el fin de semana más cercano al 20 de noviembre organizan un acto de exaltación en el Monumento a los Caídos en el cementerio, a pocos metros del lugar donde concluía la manifestación antifascista.

Por eso a Zaragoza se han trasladado este fin de semana dotaciones policiales y unidades especiales de otras comunidades.

Mucha presencia policial

La presencia policial en las calles fue notoria y no se han producido enfrentamientos entre nazis y antifascistas, pero la vigilancia se va a prolongar con un refuerzo especial toda la noche en las zonas de bares de la capital aragonesa.

Por parte de los organizadores de la manifestación, Telesforo Fuentes, de CNT, hizo una advertencia sobre la "espiral de violencia" y el "desequilibrio mental" de algunas personas que desemboca en actos como el que costó la vida a Carlos Javier Palomino en el metro de Madrid y que, recalcó, no fue un enfrentamiento entre bandas, sino un acto "fascista".

Miguel Ángel Mallén, presidente de la Federación de Barrios, hizo hincapié en la necesidad de mostrar "tolerancia cero" con quienes no son capaces de vivir "de manera normal" y enfatizó que es necesario que se pueda andar y pasear por la calle sin ser atacado por el color, por la forma de vestir o por cruzar una mirada con alguien.

También acudió representación política, como algunos miembros de CHA o de IU, cuyo coordinador general en Aragón, Adolfo Barrena, defendió el derecho de manifestación porque ante el fascismo lo que hay que hacer es "decir basta", que con los ciudadanía "no se juega" y que no se van a aceptar "chantajes".