Sarkozy se enfrenta a su segunda gran huelga en el transporte ferroviario

  • Los sindicatos se oponen a los recortes sociales previstos.
  • Hace mes y medio lograron paralizar París.
  • En la capital se prevé que sólo se cubran uno de cada diez servicios.
  • En las últimas horas se han producido acercamientos.
Un hombre observa los paneles informativos sobre los horarios de los transportes durante la huelga en la estación de San Lázaro de París.
Un hombre observa los paneles informativos sobre los horarios de los transportes durante la huelga en la estación de San Lázaro de París.
Remy de la Mauviniere / AP
Un hombre observa los paneles informativos sobre los horarios de los transportes durante la huelga en la estación de San Lázaro de París.
Mes y medio después de que la primera convocatoria de huelga contra las reformas de Sarkozy provocaran
el caos en París,
los sindicatos han hecho un nuevo llamamiento para una movilización que se prevé igual de masiva.

La huelga en la empresa nacional de ferrocarriles (SNCF) ha comenzado este martes en Francia y debe extenderse en la jornada del miércoles al transporte público urbano en París y al sector energético, en medio de intentos de diálogo para que el paro dure lo menos posible.

La huelga fue convocada por siete de los ocho sindicatos de la empresa de ferrocarriles para un período inicial de 24 horas, prorrogable de forma ilimitada, en protesta contra la reforma de su régimen de pensiones que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su Gobierno conservador están resueltos a llevar a cabo.

Está previsto que se unan al movimiento los trabajadores de otros sectores estratégicos, como los de la empresa de transporte público de París, RATP , y de la eléctrica EDF y la gasista GDF, cuyos asalariados también gozan de regímenes especiales de pensiones.

El paro convocado se ha traducido en la anulación de todos los trenes nocturnos y amenaza con hacer del miércoles

un día negro para los viajeros, ya que circulará en promedio menos de la cuarta parte de los trenes en todo el país y, en París, sólo uno de cada diez metros, tranvías y autobuses.
El bloqueo en este pulso pareció abrirse levemente el martes por la noche con la propuesta del líder del sindicato Confederación General del Trabajo (
CGT), Bernard Thibault, que ofrecía "ciclos de negociación" parciales entre sindicatos, empresas y Gobierno, los tres actores implicados.

En respuesta a la disposición del líder de la CGT a "entrar en la negociación", el primer ministro, François Fillon, ha pedido a Bertrand que se reúna con el resto de los sindicatos.

El objetivo es "recoger sus propuestas y ver cómo se puede hacer que se pare esta huelga lo antes posible e iniciar el ciclo de negociaciones en las empresas", dijo Fillon en el telediario de la cadena "TF1", y precisó que había tomado esa decisión con Sarkozy.

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