Treinta grados bajo cero y ventanas tan antiguas que no impiden que el frío se cuele por todos sus resquicios. En estas condiciones extremas viven los pequeños internados en lo que hoy son orfanatos de Luganz y Uman en Ucrania y que hace décadas eran un cuartel de la antigua URSS.

Desde que cayó el régimen soviético las dependencias no han sido sometidas a ninguna reforma, por lo que conservan ventanas viejas de madera. La Asociación de Niños de Ucrania y Andalucía, con sede en el Campo de Gibraltar, ha iniciado una campaña para recaudar fondos y lograr que esta Navidad los pequeños puedan encontrar cobijo tras unos muros en los que las duras temperaturas quedan tras de ellos.

Cada una de estas ventanas, de doble cristal y acero, cuesta 200 euros. La campaña navideña que ha puesto en marcha este colectivo pretende dotar de estas nuevas infraestructuras a los dos orfanatos, pero necesitan la colaboración desinteresada de los ciudadanos.

No sólo se trata de aportar donativos, sino que aquellos que deseen hacer acopio de alimentos para las próximas fiestas navideñas pueden adquirir un estuche de dulces de Medina. Su precio es el de mercado, pero con la diferencia de que de los 20 euros que cuesta cada uno, ocho euros se destinarán a los orfanatos.

La Asociación de Niños de Ucrania y Andalucía nació hace cuatro años en el Campo de Gibraltar y desde su fundación no sólo han desarrollado campañas solidarias, sino que también acogen a niños durante la Navidad. Entre el 12 y el 13 de diciembre llegarán ochenta niños de los orfanatos y de familias humildes para pasar las vacaciones en España.

Porque aunque nació con espíritu comarcal, poco a poco se ha extendiendo y ya familias de todo el país acogen niños ucranianos a través de este colectivo. Aquellos que prefieran colaborar sólo económicamente también pueden hacerlo pagando una mensualidad de diez euros.

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