La treta consiste en incrementar las cuotas cuando les aprueban la subvención, ya que ésta se concede a los padres, pero las gestionan los centros. En la guardería El Valle II, de Valencia, que abrió en abril de este año, han pasado de 289 a 409 euros en sólo un curso, aunque los padres pagan 235. El ardid es éste: el precio sube 120 euros con lo que la subvención, de 174, acaba quedándose en 54 euros para los padres. El resto es para las arcas del centro.

La excusa que han dado oficialmente a los padres es que el comedor origina gastos, pero desde la guardería confirman a 20 minutos que se trata de una práctica generalizada: «Como negocio privado, no vamos a perder dinero», indican desde la dirección. «Hay que pagar más sueldos y tenemos menos plazas, además de limitaciones, como no poder ofrecer plazas por la tarde si el niño no viene todo el día», aseguran las mismas fuentes.

La Conselleria de Educación, por su parte, es conocedora del asunto, según explican desde la guardería: «Nos piden la tabla de precios, y no nos la han rechazado, por lo que estaremos dentro de la normalidad», al tiempo que reconocen cierto «abuso».

Los padres deben firmar las ayudas

Educación ha establecido algunos métodos para evitar la picaresca de las guarderías, como obligar a los padres a firmar un documento en el que figuran las subvenciones. Esto ha hecho que algunos se den cuenta de este desfase, que deben denunciar ante la inspección.