El conductor ganará tiempo, evitará que la circulación se colapse, y así se mitigará una molestia que hoy afecta a la gran mayoría de los 200.000 conductores que circulan a diario por la ciudad. Los interesados también podrán consultar toda esta información en la web municipal.

El Ayuntamiento bilbaíno ha dado el primer paso para introducir estas ventajas en la ciudad. Las novedades se irán incorporando paulatinamente desde enero próximo.

El nuevo centro de control de tráfico, en funcionamiento desde hace un mes, incluye la tecnología necesaria para hacerlo posible, según explicó ayer el concejal de Circulación, Ibon Areso.

Esta tecnología incluye el control de los semáforos, que permitirá otra de las mejoras en la circulación de la ciudad: los autobuses urbanos tendrán preferencia en algunos semáforos, que se abrirán a su paso, para que los recorridos sean más rápidos y las frecuencias de paso más exactas. El Ayuntamiento ya está probando este sistema en varias líneas en el barrio de Txurdinaga.

Está también previsto agilizar la circulación en la ciudad con paneles móviles. Se colocarían en los accesos a la ciudad para avisar de colapsos, atascos o incidentes y dar alternativas viarias para que elijan los conductores.

Cuatro ojos y 41 cámaras están al tanto del tráfico

Los nuevos paneles del centro de control de tráfico de Bilbao vigilan, a través de 41 cámaras instaladas en otros tantos puntos de la ciudad, un total 230 cruces semafóricos, los más conflictivos. La mejora respecto a 1990, cuando se instalaron las primeras cámaras, ha sido substancial. Entonces había sólo nueve cámaras. Hoy, la tecnología hace posible regular los semáforos, el paso del tranvía, controlar las incidencias en el tráfico, dar parte a la policía municipal, vigilar el tiempo de frecuencia de los autobuses urbanos o recibir información de los parquímetros de la ciudad.