El enviado de la ONU a Birmania no sabe cuándo podrá reunirse con el dictador

  • Ha mantenido un encuentro con el ministro de Información birmano, el general Kyaw Hsan.
  • Se entrevistará más tarde con el titular de Asuntos Religiosos, el general Thura Myint Maung.
  • Las autoridades admiten 10 muertos y 3.000 detenidos, pero la disidencia calcula unos 200 muertos y más de 6.000 arrestados.
Ibrahim Gambari con la líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, en una foto de archivo. (EFE)
Ibrahim Gambari con la líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, en una foto de archivo. (EFE)
EFE
Ibrahim Gambari con la líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, en una foto de archivo. (EFE)

El enviado especial de la ONU para Birmania, Ibrahim Gambari, ha continuado este martes con su agenda de reuniones con miembros de la Junta Militar y ha mantenido un encuentro con el ministro de Información birmano, el general Kyaw Hsan.

Según fuentes de Naciones Unidas, Gambari se entrevistará más tarde con el titular de Asuntos Religiosos, el general Thura Myint Maung, pero aún se desconoce cuándo podrá hablar con el líder del régimen, el general Than Shwe, pese a llevar un mensaje personal del secretario general del organismo mundial, Ban Ki-moon.

El diplomático nigeriano, que llegó el sábado al país, también tiene previsto reunirse el miércoles en Rangún con la líder opositora y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

Hasta el momento, Gambari ha mantenido encuentros en la nueva capital administrativa de Napydaw con los ministros de Asuntos Exteriores, Nyan Win, y Trabajo, Aung Kyi, designado como "enlace" entre el régimen y Suu Kyi, jefa de la oposición democrática bajo arresto domiciliario desde 2003.

También se ha entrevistado con representantes de varios grupos étnicos y de la Cruz Roja, organismo que ha solicitado a la Junta Militar acceso a las personas detenidas desde la madrugada del pasado 26 de septiembre, cuando comenzó la brutal represión que aplastó las manifestaciones que desafiaban a la dictadura.

Las autoridades han admitido 10 muertos y casi 3.000 personas detenidas, de las que dicen haber puesto en libertad a la gran mayoría, pero la disidencia calcula unos 200 muertos y más de 6.000 arrestados.

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