Unas 25.000 personas –un tercio de la población de la ciudad– recibieron ayer entre vítores y miles de banderas españolas a los Reyes en su primera visita oficial en 32 años de reinado a la Ciudad Autónoma de Ceuta.

Los ciudadanos, incluidos numerosos inmigrantes, se echaron a la calle con cánticos como «Ole, ole, ole, somos españoles», y reivindicaron la españolidad de la ciudad autónoma. «Ceuta es España», aclamaban.

El Rey, que recibió la Llave de Oro de la ciudad, aprovechó su discurso para agradecer las muestras de apoyo y cariño, y reconoció que tenía «un compromiso pendiente» con esta ciudad. Igualmente, no quiso comentar las críticas de Marruecos a la visita, aunque destacó la «sincera amistad» que une a España «con sus vecinos».

El presidente de Ceuta, por su parte, recordó que era la primera vez que se entregaba la Llave de Oro de la ciudad y declaró que «Sus Majestades han cruzado el Estrecho, pero no han salido de España». Tras los discursos y el almuerzo, los Monarcas inauguraron un parque deportivo frente al helipuerto civil de la ciudad, que llevará el nombre de Juan Carlos I, y descubrieron una placa conmemorativa para recordar que los Reyes estuvieron en la ciudad, aunque fueran apenas cinco horas.

Noche en Madrid

Los Reyes visitarán hoy por primera vez de forma oficial la Ciudad Autónoma de Melilla, donde mantendrán un programa muy similar al de ayer. Los Monarcas no pernoctaron en Ceuta, sino que volaron hacia Málaga, desde donde viajaron a Madrid para regresar hoy a Melilla.

El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, ha pedido a «todos los melillenses de todos los barrios» que acudan a apoyar la visita real para «defender nuestro futuro» y dar a España « la imagen de lo que queremos ser». «Tenemos que tirarnos todos a la calle sin ninguna duda», añadió.

«Inoportuna y provocativa»

Más de 1.000 personas se manifestaron ayer en el lado marroquí de las fronteras de Ceuta y Melilla en protesta por la visita de los Reyes a ambas ciudades. Asimismo, el primer ministro marroquí, Abás El Fassi, reiteró el «rechazo» de su Gobierno a la visita real, que calificó de «inoportuna» y de «provocación» hacia Marruecos. También advirtió sobre las consecuencias que puede tener sobre las relaciones entre ambos países.