Cuando yo entré en la empresa, César Llorca estaba organizando el sindicato, junto con gente del PCE. Los detuvieron a todos y yo empecé a acudir a reuniones de la Juventud Obrera Católica y, unos meses después, pensé que había que hacer algo en Macosa, junto a Julio Palencia Palomar, Benavides y Molina. Nos introdujimos en el Sindicato Vertical, para derribarlo desde dentro, y comenzamos a captar gente para Comisiones.
Pero no salió del todo bien...
Comenzamos a preparar la primera candidatura democrática y a reunirnos de forma clandestina. En una reunión clandestina del sector del metal nos detuvieron a todos y nos encarcelaron. Estuvimos en prisión, pero como en el expediente estaban Ramiro Reig y Rafa Casanova, dos curas jesuitas, retiraron los cargos contra ellos y también contra nosotros. Y nos salvamos de nueve años de prisión.
¿Cómo fueron las primeras elecciones sindicales democráticas?
Se comenzaron a organizar en 1971 y pusieron muchas trabas a algunos de sus instigadores, como Domingo Rozalén, César Tertusa o David Berdoll. Nos presentamos frente a los verticalistas y ganamos por un 60% de los votos. En otras grandes empresas ocurrió igual, y no tuvieron más remedio que reconocer al sindicato.
¿Cómo está el sindicalismo a día de hoy? ¿Por qué ya no se lucha?
Ha habido una gran relajación de los trabajadores por la lucha social. La participación en los sindicatos es fundamental, y es más cómodo irse a casa que a la asamblea de la fábrica. Ahora son los dirigentes sindicales los que tienen que imponer su criterio, acertado o equivocado.
BIO
Tiene 60 años y trabajó 35 en Macosa. Fue uno de los fundadores y organizadores de las primeras elecciones democráticas en la empresa.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios