Algo falla. Las medidas preventivas puestas en marcha por la Junta para poner freno a las agresiones a médicos y enfermeros no acaban de surtir el efecto deseado.

Según los datos facilitados a 20 minutos por la Delegación Provincial de Salud, en lo que va de año se han registrado en Córdoba 70 episodios de violencia hacia el personal sanitario, un 4,4% más que en el mismo periodo de 2006 (67).

Los ataques verbales siguen siendo los más frecuentes dentro de los centros de salud y hospitales de la provincia. Concretamente, el 61,4% de las agresiones registradas en 2007 fueron amenazas, mientras que en el resto se han producido golpes a los profesionales (38,6%).

La Administración autonómica señala que estos hechos tienen lugar fundamentalmente en las consultas de especialistas, frente a la atención primaria. Según datos del Colegio de Médicos de Córdoba, 12 de estos casos han llegado a los tribunales. Este colectivo destaca que siete de cada diez agresiones registradas este año tienen como víctima a una mujer.

El presidente del citado colegio, Serafín Romero, asegura que notan más sensibilidad social, pero piden más medidas preventivas.

Por su parte, el secretario provincial del Sindicato de Enfermería, Manuel Cascos, culpa a las instituciones de cierta «relajación» en la protección del personal.

Balance andaluz

Las agresiones a médicos están a el orden del día en los centros sanitarios andaluces.

La Consejería de Salud ha registrado en lo que va de año un total de 710 agresiones a profesionales que trabajan en la sanidad pública, de las cuáles 192 fueron físicas, según informó la titular del ramo, María Jesús Montero, quien subraya que entre los meses de enero a octubre los servicios jurídicos del SAS han prestado ya asistencia jurídica al centenar de profesionales que así lo han solicitado, en la mayoría de las ocasiones tras haber sufrido una agresión física.

Medidas para evitar las agresiones

Timbres ‘antipánico’

Así se denominan a las alarmas instaladas en las consultas médicas para dar aviso a los agentes de seguridad ante cualquier problema con los pacientes. Empezaron a ponerse hace dos años.

En la actualidad, los centros de salud y hospitales cordobeses cuentan con 15 de estos timbres antipánico.

Cámaras de vigilancia

Son una de las medidas más efectivas, ya que tienen un gran poder disuasorio. Los pacientes violentos saben que están siendo vigilados y los profesionales que están protegidos. La Delegación de Salud en Córdoba informa de que en los centros sanitarios de la provincia hay instaladas 148 videocámaras, cuya función es velar por la seguridad de médicos y enfermeros en sus puestos de trabajo.

Vigilantes de seguridad

Por muchas tecnologías y medios tecnológicos que haya, los profesionales necesitan estar protegidos por personal especializado en caso de agresiones y violencia en las consultas. Para ello se ha ido incorporando paulatinamente en los centros de salud de la provincia la figura del vigilante de seguridad. En la actualidad hay 24 agentes distribuidos en varias dependencias sanitarias de Córdoba y provincia para garantizar el trabajo en paz del personal sanitario.

Ocho condenas a penas de prisión

Desde que en 2005 se puso en marcha el registro de agresiones de la Consejería de Salud, se han producido un total de 628 agresiones físicas.

En cuanto a las sentencias tramitadas por todas los casos detectados sólo se han conseguido ocho condenas a penas de pisión por delito de atentado. De éstas, dos en Almería, una en Cádiz, otra en Córdoba y cuatro en Granada. Actualmente hay 11 procesos más en curso que se tramitan como delito de atentado.

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