El setenta por ciento de los jóvenes canarios no bebe vino nunca

  • La mitad de los canarios toma vino.
  • Lo compran en supermercados y lo beben en el hogar.
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La afición por el vino entre estos jóvenes no es especialmente fuerte.
La afición por el vino entre estos jóvenes no es especialmente fuerte.
La afición por el vino entre estos jóvenes no es especialmente fuerte.

Según la encuesta encargada por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno canario, la mayoría de los consumidores de vino se sitúan entre 35 y 49 años de edad, y que más del 70% de los jóvenes encuestados no lo bebe nunca.

Los consumidores de Tenerife y La Gomera apuestan por el vino canario, los de Gran Canaria por el de fuera. La encuesta fue realizada sobre un universo de 2.000 personas mayores de 18 años, y el objetivo principal es "identificar dónde se consume el vino, por qué se elige una determinada denominación de origen, qué criterios y cuáles son los que eligen los consumidores a la hora de comprar la última botella de vino, etc."

Se pudo determinar que sólo un 15 por ciento de los canarios consume vino exclusivamente de las Islas. La encuesta indica además que el 50 por ciento de la población del Archipiélago bebe vino una o dos veces por semana.

La mayor parte de los consumidores de vino se sitúan entre los 35 y 49 años de edad y más del 70 por ciento de los jóvenes encuestados no beben vino nunca. En cuanto al consumo por estatus, el nivel medio bajo es el que menos consume vino y el medio alto es el que lo toma entre una y tres veces por semana.

Por estratos sociales

El 50 por ciento, al elegir, apuesta en primer lugar por la Denominación de Origen (D.O.) Tenerife y en segundo lugar por la de La Rioja. Cuando se refiere al estrato social, el medio bajo prefiere la D.O. de Tenerife, y el medio alto otras como Rioja o Ribera del Duero.

La Gomera es la isla donde más tienen preferencia por tomar vino canario, empatada con Tenerife. En cambio, en donde menos apuestan por tomar vino del Archipiélago es en Gran Canaria.

La mayoría asegura que el último vino lo consumió en una comida o en una cena y que se gastó en la botella entre tres y seis euros; aunque uno de cada cuatro gastó entre seis y quince euros.

Prefieren tomar los caldos en el hogar, por lo que ha descendido el consumo en los restaurantes, en parte debido a los controles de alcoholemia. Un 70 por ciento de los consumidores compra el vino en los supermercados.

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