El juez Bermúdez desmonta uno a uno los argumentos de la teoría de la conspiración

Contra los motivos de nulidad

El juez Bermúdez ha comenzado la lectura de la sentencia diciendo que el objeto de la misma es determinar la culpabilidad o inocencia de los acusados. Tras esto, ha procedido a la lectura de los argumentos contra las posibles causas de nulidad del juicio, es decir, todos y cada uno de los puntos defendidos en la llamada 'teoría de la conspiración', que dudaba de la autoría de los atentados.

Sobre los suicidas de Leganés

Sobre la falta de autopsia a los cadáveres de Leganés ha dicho que los argumentos utilizados en este aspecto son de naturaleza "falaz", porque el razonamiento es erróneo. "Hubo autopsias" y "la causa de la muerte del señor Torronteras está probada", ha añadido, al contrario de lo que decían quienes apoyan la teoría de la conspiración.

El magistrado ha dicho que el tribunal "no tiene duda alguna" sobre lo sucedido. En este sentido, ha negado la existencia de una supuesta documentación de ETA, que según algunos abogados de la acusación, existía en dicho piso y luego desapareció ha dicho que se desestima.

"En cuanto a la identidad de los suicidas y la aparición de otras huellas dactilares" ha dicho que aparecen, además de la de los suicidas, la de uno de los procesados y la de uno de los huidos fallecidos en Irak.

Sobre la Renault Kangoo

El juez Bermúdez ha dicho que la furgoneta, recuperada en Alcalá de Henares, fue transportada y tratada de forma "escrupulosa", sin que los responsables policiales "entraran en la parte delantera de la furgoneta" y que la cadena de custodia "no se rompió en ningún momento".

Sobre su contenido ha dicho que son "determinantes" los detonadores encontrados en el vehículo, porque son iguales a los recuperados en los atentados. "Esta identidad es evidente" con la de los atentados, según el juez, según la lectura de la etiqueta de los detonadores, y con los que existían en el resto de los escenarios.

El resto de objetos hallados "son corrientes y de uso común", reconocidos por el dueño de la furgoneta a quien fue robada, según ha declarado el juez.

Sobre la mochila de Vallecas

Un tribunal no puede fijarse en elucubraciones o especulaciones

El juez dice que no ha encontrado "indicio alguno" sobre que la mochila se colocara en la comisaría de Vallecas, tal y como sostuvieron algunos abogados de la acusación. A este respecto ha dicho que un tribunal no puede fijarse "en elucubraciones o especulaciones sobre hechos negativos". Dice que, si se niega la existencia de la mochila, no hay argumentación sobre la cadena de custodia que valga. "No existe ruptura de la cadena de custodia, el tribunal no tiene duda alguna. La prueba es válida". Y tampoco ha expresado dudas sobre la procedencia, "la estación de El Pozo".

Ha seguido diciendo que en ningún momento de su traslado se rompió dicha cadena de custodia y que permaneció acotada, vigilada y seguida en todo momento. "Cuestión diferente es el periplo de los efectos", ha reconocido en referencia a lo mucho que se trasladó aquel jueves 11 de marzo, algo que debe "corregirse en el futuro", pero que se comprenden dadas las circunstancias de aquella mañana.

Los explosivos encontrados en Leganés, Chinchón, en la Renault Kangoo y en las explosiones son iguales

Sobre la validez de la prueba ha dicho que la opinión del tribunal es que los artefactos explosivos encontrados en Leganés, Chinchón, en la Renault Kangoo y en las explosiones "son iguales". Del mismo modo que la tarjeta de móvil recuperada es igual a las que detonaron las mochilas. "La bolsa de basura que contiene la masa del explosivo es igual a la hallada en la Kangoo y en el desescombro de Leganés".

Sobre los explosivos

Según el tipo de detonador, las etiquetas y la apariencia de los materiales indica que fueron tomados de Mina Conchita. "El terminal móvil del detonador desactivado es igual que los otros vendidos. Ese terminal también es igual que el que se identifica con un e-mail que se correspondía con un número de teléfono encontrado en la bolsa [de Vallecas]" y que otros relacionados con uno de los suicidas de Leganés.

"Existe un enlace simple, directo y unívoco" entre los explosivos recuperados en la mochila de Vallecas, los encontrados en Chinchón y en los lugares de la explosión". Sobre su origen el juez ha dicho que "toda o gran parte" del explosivo usado en el 11-M, en Leganés y la recuperada procede de Mina Conchita.

El explosivo usado fue dinamita plástica tipo goma

El explosivo usado fue "dinamita plástica tipo goma, no se sabe con exactitud el tipo utilizado, ha dicho. En este sentido, reconoce que la falta de determinación en este respecto no permite dudar sobre la responsabilidad de los acusados y su implicación en los atentados". Fue la "connivencia" de algunos trabajadores de Mina Conchita o su directa implicación la que permitió que se robaran los explosivos, según ha dicho el juez.

Las mochilas y enseres utilizados para recoger los explosivos se compraron, según dijo el testigo Montoya, en un centro comercial de Avilés. Dicho testimonio, cuya credibilidad algunos abogados de la acusación intentaron cuestionar por ser menor de edad en el momento de los hechos, ha sido utilizado por el juez para reconstruir lo que el tribunal considera que sucedió, dándole validez.

Sobre la autoría de ETA

Ninguna de las pruebas sostiene la autoría de ETA

La defensa de Ghalyoun y Zougam argumentó que los atentados fueron llevados a cabo por la banda terrorista ETA, sobre lo que el juez Bermúdez ha citado diversos informes sobre los explosivos que utiliza ETA, la relación entre islamistas y etarras y otros documentos similares. "Ninguna de estas pruebas sostiene esta autoría", ha dicho Bermúdez, excluyendo así la presencia de ETA.

Sobre las víctimas

Divide a las víctimas en 12 grupos para anunciar las ayudas que se concederán a quienes sufrieron los efectos de dichos atentados. La base son de 20.000 a 30.000 euros en concepto de secuelas, más 300 euros por cada día hasta su curación, así como otros aspectos en función de las circunstancias. Trato diferente tiene una de las víctimas, Laura Vega, que sigue en coma 3 años y 7 meses después de los atentados: a sus padres se les dará un millón de euros, y se constituirá un depósito para su cuidado.

Los momentos previos

Los primeros momentos han sido tensos. No había acreditaciones para todas las víctimas que se han desplazado hasta las instalaciones de la Casa de Campo para escuchar la lectura de la sentencia por los atentados del 11-M. La Asociación 11-M de Afectados por el Terrorismo que preside Pilar Manjón ha decidido desplazarse al sótano, y no a la sala, como protesta.

Finalmente, el juez Gómez Bermúdez ha medidado y 25 de ellos estarán en la sala escuchando una sentencia que tendrá unos 700 folios de extensión, motivo por el que desde la Audiencia Nacional se ha decidido repartirla en formato digital y no imprimirlo para ahorrar costes y no gastar papel innecesario.

Esta sentencia ha sido acordada por unanimidad por los tres magistrados que han dirigido el juicio: Javier Gómez Bermúdez, Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás.

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