Málaga cuenta con los jóvenes de entre 18 y 29 años más independientes de Andalucía. La mitad vive de sus propios ingresos, pero aún queda un 40% que sigue dependiendo de sus padres. ¿Eso quiere decir que se han emancipado? No. El 65% vive aún bajo el techo en el que nació, pero su intención es independizarse cuanto antes (73%).

¿Y por qué no se van de casa? Los malagueños y los granadinos –únicos en Andalucía– dicen que no se lo permite su economía, mientras que el resto de los andaluces no esconden el factor comodidad: viven mejor en casa de sus progenitores. Si pudieran pedir un deseo, los malagueños elegirían marcharse solos y a una casa en propiedad (46,9%).

Mundo laboral

Los jóvenes malagueños destacan así de los del resto de las provincias andaluzas, en la que sus ingresos proceden mayoritariamente de los padres (Huelva, en la que más, un 81%). El Estudio sobre la Juventud Andaluza, presentado ayer por la Confederación de Entidades para la Economía Social, nos cuenta que creen que la empresa privada es la mejor forma para acceder al mundo laboral, mientras que el resto de la comunidad se agarra al funcionariado. ¿Y cómo es ese mundo? La mayoría (47%) ve «bastante difícil» encontrar el primer trabajo, y para lograrlo lo más indicado es la preparación académica.

Además, los malagueños apenas hacen deporte (9,5%), son los que más van al cine y los más informatizados. Y están encantados de conocerse: no se consideran consumistas, como el resto de andaluces, y se califican a sí mismo como tolerantes, sinceros y educados.

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