"Tengo la ilusión de que sea lo más parecido a darle al reloj hacia atrás 50 años manteniendo lo máximo posible de lo que queda porque el 80% está destruido". Son palabras del empresario murciano Trinitario Casanova, presidente del Grupo Baraka, quien este martes desveló algunas de las líneas maestras de su proyecto para el Edificio España, que se convertirá en un hotel con 600 habitaciones, que gestionará el grupo hotelero Riu en régimen de alquiler, y en una galeria comercial de 15.000 metros que ocupará las tres primeras plantas. Eso sí: la reforma se realizará manteniendo la estética del edificio, las fachas y la estructura.

Casanova confirmó que para la explotación del espacio comercial está en conversaciones con las Galerías Laffayette para que lleve al complejo tiendas de Chanel, Tous o Gucci. "También podía ser El Corte Inglés, que también están interesados", desveló. El Edificio España tendrá salones para celebrar congresos, con acceso independiente, "algún restaurante temático" y un skybar en la azotea con piscina incluida.

Las obras comenzarán el próximo mes de abril y está previsto que finalicen en 2019. El presupuesto es de 150 millones de euros, una cantidad que asumirá el propio Grupo Baraka. "No estamos buscando financiación de ningún banco", recalcó el presidente del grupo murciano, que señaló que la operación de compra del inmueble al Grupo Wanda se cerrará definitivamente durante este mes de marzo. Baraka pagará finalmente unos 272 millones euros por el emblemático edificio.

"Esto demuestra que se puede aunar la voluntad de la empresa privada y de movimientos como el de Ecologistas", aseguró el empresario este martes después de la presentación del desbloqueo de la operación, al alcanzarse un acuerdo entre Baraka, Ayuntamiento de Madrid y Ecologistas en Acción. La entidad ecologista había interpuesto un recurso contencioso-administrativo por la bajada de protección de anteriores proyectos.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de la capital medió y, además de aumentar la protección del inmueble hasta los niveles de 1997 (nivel 2 grado estructural) e incluir nuevo elementos de interés como el portal, piezas decorativas o los bajorrelieves de la planta baja, Baraka se comprometió a respetar la fachada y rehabilitar el interior, no tirarlo abajo, como pretendía el Grupo Wanda.

"Nosotros no tiramos el edificio por dentro sino que lo rehabilitamos, de modo que el coste económico se reduce aunque siempre sea más caro rehabilitar que construir desde cero. Sin embargo, sale más barato que el proyecto de Wanda porque al destruir se encarece el coste", explicó Casanova.

El empresario reconoció que las negociaciones habían "empezado con mal pie" pero que el "consenso" las ha llevado a buen puerto con un proyecto que "respeta el medio ambiente y que vuelve a convertir este magnífico edificio en lo que fue en los 60".

El Grupo Baraka también ha adquirido recientemente en la capital el antiguo Hotel Carlos V, en la calle Maestro Victoria, 5 y el edificio ubicado en el número 13 de la calle Preciados por una cantidad aproximada de 150 millones de euros.