Jimmy Kimmel y Matt Damon tenían cuentas pendientes. Los dos aparecieron este domingo en la gala de los Oscar con una mochila cargada de trifulcas y rifirrafes...que el primero, maestro de ceremonias, decidió trasladar al escenario.

"Con el espíritu de sanar y de trabajar juntos, me gustaría enterrar el hacha de guerra con alguien...", aseguraba con ironía el presentador en el discurso de apertura. Su rivalidad con el productor de Manchester frente al mar monopolizó el monólogo inicial: "Conozco a Matt [Damon] desde hace mucho tiempo. Le conozco desde hace tanto que la primera vez que le conocí, yo era el gordo".

Pero entre tanta crítica y comentario afilado también hubo tiempo para 'elogiar' el acto más "desinteresado" de Damon. "Podría haber protagonizado Manchester frente al mar. Podría haberse quedado con el papel de actor principal, pero no lo hizo", comentó el norteamericano mirando sin emoción a su rival. "Prefirió dejar lo que iba a ser un papel de Oscar en manos de su amigo Casey Affleck —quien después se alzó con la estatuilla a Mejor Actor— y hacer una película china (La gran muralla, que sí protagoniza) y que perdió 80 millones de dólares en taquilla. Buen movimiento".

Las pullas a Damon no cesaron tras esas críticas incipientes. Es más, solo fueron el inicio de una noche con Damon como diana de todas las burlas, como por ejemplo sobre su película Un lugar para soñar o utilizar la música cada vez que el intérprete trataba de hablar en el escenario. También su amigo Ben Affleck se sumó a la contienda.

Y es que Jimmy Kimmel ya había anunciado cuál iba a ser su objetivo el día de la gala: "mantenerlo fuera del escenario", tal y como había desvelado a The Hollywood Reporter unas semanas atrás: "Voy a hacer todo lo que pueda para asegurarme de que no gane o no sepa que ganó". La réplica de Damon no tardó en llegar: "Soy un miembro de la Academia, así que creo que seré capaz de entrar. No sé qué tiene preparado para mí, pero seguro que es algo feo".

La cuenta de Instagram del presentador ya dejaba ver lo que estaba por llegar horas antes de dar comienzo a la gala. Una imagen de él pintando el cartel que guardaba el sitio a Damon o el siguiente mensaje mientras veía a su amigo en pantalla: "Hombre muerto andando por la alfombra roja".

El germen de las pullas se remonta a la primera vez que Damon se sentó en el late night de Jimmy Kimmel. Ese fue el inicio de la historia de amor, cuando el actor apareció en un vídeo con la humorista Sarah Silverman, entonces pareja del presentador, en el que simulaban tener una relación. Y como la venganza se sirve en plato frío... Kimmel hizo lo propio un tiempo después con ¡Ben Affleck!

Este pique se convirtió desde entonces en un tema de debate nacional con momentos de todo tipo para el recuerdo. Uno de ellos hace unos meses, en la ceremonia de los premios Emmy, cuando Damon le pregunta sobre el escenario y en tono desenfadado si ha ganado el premio a Mejor Talk Show de variedades... un galardón que se había apuntado John Oliver, de HBO.