La muestra "Reflejos condicionados" de Balka rememora el holocausto

  • Tiene un estilo impregnado de sobriedad y gravedad.
  • La muestra tiene su origen en el taller que Balka en Santander.
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El artista polaco Miroslaw Balka posa con la obra " Shii ", una cadena de esquelas.
El artista polaco Miroslaw Balka posa con la obra " Shii ", una cadena de esquelas.
Esteban Cobo/EFE
El artista polaco Miroslaw Balka posa con la obra " Shii ", una cadena de esquelas.

La revisión de conceptos como la memoria, la historia y la muerte es la materia prima de "Reflejos condicionados", una exposición del artista polaco Miroslaw Balka donde conjuga su habitual empleo de diferentes técnicas con un estilo impregnado de sobriedad y gravedad.

La Fundación Marcelino Botín acoge desde mañana y hasta el 6 de enero esta muestra, que tiene su origen en el taller que Balka ha dirigido en Santander, según han recordado hoy la responsable de arte de la Fundación, Begoña Guerrica-Echevarría, y el comisario de la muestra, Juan Vicente Aliaga, en una rueda de prensa en la que también estuvo presente el artista.

"Reflejos condicionados" se caracteriza por la sobriedad que da el uso de materiales "pobres" y usados, como periódicos, alambres, madera o acero, y que también se refleja en el número de obras de la exposición: siete piezas. La gravedad es la otra nota dominante en una muestra que invita al espectador a descubrir las claves del artista sobre conceptos como la memoria, la muerte o la historia de Europa y concretamente de Polonia.

Sin que falten alusiones al holocausto con referencias al campo de concentración de Austwitch. Es el caso de la pieza que abre la muestra, "B", un vídeo aparentemente incomprensible y abstracto donde aparece una de las letras del tristemente famoso lema del campo de concentración (Arbeit macht frei/El trabajo os hará libres) que llamó la atención del artista por su torpe e imperfecto diseño. Junto a la visión estática de la letra B al revés, se oyen risas, pertenecientes a unos jóvenes alemanes que jugaban con nieve y a los que no se ve.

En otra de sus obras, Balka juega con la sensación de estremecimiento mediante una rampa que, al caminar sobre ella, choca contra el suelo provocando un ruido perturbador, para evocar la sensación de desequilibrio o quizá las rampas construidas desde los guetos judíos hasta los trenes que conducían a los campos de concentración, según ha explicado el comisario de la exposición.

Otra de las constantes del artista es la elaboración de una pieza que se identifique con el lugar en que se expone. En este caso, Balka y los miembros de su taller han elaborado una cadena, con apariencia de guirnalda, pero cuyos eslabones están hechos con esquelas necrológicas de los periódicos El Diario Montañés y Alerta .

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