A las 3.00 serán las 2.00 h. En la madrugada del próximo domingo los relojes deberán retrasarse una hora para dar comienzo al horario de invierno. Así, a las tres de la madrugada serán las dos. El atraso  provocará diversos efectos negativos en un 35% de la población española, según un estudio realizado por la empresa Ad Hoc para Philips.

Las principales consecuencias que afirman sufrir los españoles son: alteraciones del sueño (23%), cansancio (21%) y dificultad para levantarse por las mañanas (20%).

En general, cuatro de cada diez españoles llevan peor el cambio al horario de invierno que el de verano y sólo un 14% declara que lo suprimiría.

El ahorro en luz en los hogares españoles de marzo a final de octubre (por el cambio de  verano) representó el  5%, según  el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE). El consumo medio de una familia es de 3.200 kilovatios por hora, lo que significa que se ahorraron  más de 6 euros por hogar y más de 60 millones en total.

IDAE aconseja no abusar de la calefacción e instalar burletes en puertas y ventanas, entre otras medidas, para ahorrar energía.

Afecta a ancianos y niños. Eduard Estivill neurofisiólogo y pediatra. dtor. clínica del sueño Estivill

El cambio de horario significa añadir 60 minutos a nuestro reloj biológico. Los más perjudicados son los niños y las personas mayores. Para evitar que el cambio sea brusco para estas personas, aconsejo que la adaptación a los nuevos horarios de comidas y sueño se haga poco a poco. Es decir, 20 minutos antes el primer día y así ir adelantándolo hasta volver a los tres días al horario normal. Por otro lado, es muy probable que, en general, el próximo domingo nos levantemos antes de tiempo y que en el momento de acostarnos por la noche estemos más cansados. De todas maneras, no se dan trastornos graves y este desfase sólo suele durar unos tres días. Además, tiene sus efectos positivos, ya que en este caso, al añadirse una hora al día, tendremos menos síntomas de cansancio a lo largo de la jornada. Otro sector de la población que se verá más afectado por el atraso de los relojes es el de aquellos que padecen insomnio, depresión y ansiedad. Así, los insomnes pueden llegar a dormir peor que de costumbre. Por su parte, los que padecen depresión o ansiedad pueden estar más tristes o nerviosos durante el día del cambio y los posteriores.