La Vicepresidencia de la Xunta detectó el año pasado 123 menores maltratadores de sus padres, frente a los 50 registrados en 2005, que en su mayoría cuentan con medidas cautelares de diferente índole y tramita 400 expedientes por problemas de carácter socio-familiar.

Así lo destacó hoy la secretaria xeral de Benestar, María Jesús Lago, en respuesta a una pregunta del Grupo del BNG en la Comisión de Sanidade, Política Social e Emprego, en la que incidió en que el mayor número de los citado expedientes se deben a agresiones a los padres.

En especial, la secretaria xeral recalcó que de esos casos es la madre la persona que "sufre ataques de ira" por parte de alguno de sus hijos debido, según matizó, "a una ausencia de límites".

No obstante, instó a "evitar culpabilizar a las familias" y atribuyó la problemática de estos niños maltratadores a una "pauta educativa equivocada" que consideró necesaria "rectificar". "No es culpa de la familia", aseveró y puntualizó que "el modelo educativo no es el idóneo".

El perfil

Según comentó, el perfil del menor maltratador suele ser un chico mayor de 14 años --entre 16 y 18 años fundamentalmente--, con cierto temperamento y que presenta "rabietas incontrolables", que dice mentiras, presenta trato vejatorio, no muestra compasión ni piedad y carece de empatía.

Pertenecen a niveles socioeconómicos altos, de sectores acomodados, y a familias con un grado de desestructuración "importante". Además, agregó que se empiezan a detectar casos desde los 10 años.

Intervención

En este sentido, María Jesús Lago apuntó el programa de intervención sobre menores maltratadores de sus padres puesto en marcha en octubre de 2006 y que finalizará a final de este año, aunque prevén activarlo de nuevo.

De este modo, comentó que se trató de una iniciativa dotada de casi 24.000 euros en el marco de un convenio con la Universidade de A Coruña (UDC) con el fin de dotar al sistema de una herramienta e incidir en la mejora de la relación de los niños con los padres.

Aprender jugando

Con el fin de abordar la problemática se puso en marcha un juego de rol en A Coruña, Lugo, Pontevedra y Vigo con una selección de 36 menores de toda Galicia, cuya participación fue seguida por dos profesores de la UDC.

Este año finalizaron todas las secciones de intervención con los menores, y tuvo lugar un taller de formación en A Coruña y Vigo, dirigido por dos profesores de la UDC, que contó con 100 participantes --personal de las delegaciones de Vicepresidencia, como pedagogos entre otros--.

En esta línea, la secretaria xeral comentó que "con muy poco dinero", los 24.000 euros del citado convenio, se pudieron elaborar también 500 ejemplares de manuales de trabajo "para unificar pautas educativas para menores difíciles". Con todo, aseguró que "se fueron produciendo mejoras sustanciales para ir reduciendo el nivel de agresiones en el ámbito familiar".

"Hay que poner límites y hacerlos cumplir", dijo e insistió en la importancia de "ser capaces en el ámbito familiar de evitar que haya una desbandada que exija al ámbito público algo que tiene que estar en el privado".

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