Agredidos por quienes les deberían querer y proteger, sus familiares. En un año, en España, profesores, médicos, personal de servicios sociales y la Policía han descubierto que 13.818 menores están sufriendo potenciales abusos y malos tratos en el ámbito familiar, según la última estadística del Registro Unificado de casos de sospecha de Maltrato Infantil (RUMI), la principal herramienta para medir estos casos de que dispone el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales.

Este registro estatal se puso en marcha por primera vez en el año 2012, pero no ha sido hasta el 2015 (año de referencia del último informe recién publicado, PDF) cuando se ha conseguido recabar información de todas las Comunidades Autónomas. Sin embargo, el informe del Ministerio advierte de que no en todas la Comunidades se está empleando la herramienta con la misma diligencia, por lo que la estadística puede no recoger todos los casos de abuso infantil que se producen en España.

El último recuento del RUMI abarca a 13.818 menores, lo que supone que en España se detectan al día al menos 37 posibles víctimas de maltrato infantil en el ámbito familiar. Ese mismo registro reconoce que esos menores han podido sufrir hasta 17.149 delitos de maltrato, siendo algunos niños víctimas de varios tipos de abuso.

La mayor parte de los  malos tratos detectados (8.088) son categorizados como "leves o moderados", pero otros 5.730 han sido potencialmente "graves". El 55% de las víctimas fueron niños, a excepción del delito de agresión sexual, donde las niñas son el doble de víctimas que los niños (463 a 224).

El 51% de los abusos documentados se tildó de "negligencia" por parte de los adultos responsables, el 26% eran abusos de tipo emocional, un 19% fueron agresiones físicas y el 4% abusos sexuales. Por edades, el grupo más numeroso de menores potencialmente víctimas de maltrato en el entorno familiar tienen entre 11 y 14 años (3.760), mientras que los menores de tres años suman 2.324.

Los entornos en los que se están detectando más a menudo los malos tratos intrafamiliares que se comunican al registro ministerial son, por ese orden: servicios sociales, médicos, Policía y, en última instancia, centros educativos.

"El RUMI es la única herramienta estatal, el único registro que existe de malos tratos en el entorno familiar. Lo que pasa es que tiene todavía una serie debilidades que hace que no se refleje correctamente la dimensión de la violencia infantil en España en todas sus formas", describe Catalina Perazzo, experta en políticas contra los abusos infantiles en España de la organización Save The Children.

"El RUMI recoge las notificaciones desde el ámbito educativo y los servicios sociales, principalmente, pero no se corresponden al detalle con las denuncias del Ministerio del Interior, siendo su gran debilidad que exclusivamente se trata de violencia intrafamiliar".

Save The Children considera que España "debería contar con un sistema de recolección de datos que funcione sobre todas las formas de violencia contra la infancia, y que evite el volcado sea muy desigual por parte de las diferentes Comunidades Autónomas".

Esta experta ve necesario "visibilizar la problemática para prevenir nuevos casos" y apuesta por "fortalecer" y "reforzar" el registro unificado de casos de sospecha de maltrato infantil.

En Save the Children, además del RUMI, trabajan con el número y la evolución de las denuncias que recoge el Ministerio dle Interior de delitos con víctimas menores de edad. En 2015, estos delitos, los malos tratos en el ámbito familiar con víctimas entre 0 y 13 años, aumentaron un 18,2%. Concretamente, pasaron de las 1.326 denuncias a 1.567. También aumentaron los malos tratos con víctimas adolescentes, un 8,7% (de 2.023 a 2.199).

Otros delitos en aumento son las violaciones, que entre 2014 y 2015 crecieron nada menos que un 11,7% en las víctimas menores de trece años (de 77 a 86) y aumentaron todavía más en las adolescentes, un 21,3%, de 169 a 205 denuncias. En el caso de otros delitos contra la libertad e indemnidad sexual, como tocamientos, estos subieron un 5,9% con víctimas pequeñas (1.751 menores afectados) y un 2.1% con víctimas adolescentes.