El titular del juzgado de instrucción número 4 de Lleida ha ordenado el ingreso en prisión provisional del cazador acusado de matar a tiros a dos agentes rurales el pasado sábado en un coto de Aspa (Lleida).

Según han informado fuentes judiciales, el juez ha dictado prisión preventiva para el cazador, tal y como solicitaba la Fiscalía, y ha abierto una investigación para determinar si la muerte de los dos agentes rurales constituyó un delito de homicidio o de asesinato.

La Fiscalía de Lleida había pedido prisión por dos delitos de asesinato para Ismael R.C. por entender que concurre alevosía, atentado y tenencia ilícita de armas, después de que compareciera ante el juzgado la mañana de este martes.

Según ha explicado a la prensa su abogada, Montserrat Torres, al salir del juzgado, el detenido, que se entregó a los Mossos tras el doble crimen, ha asegurado que le ha estado "dando muchas vueltas", pero sigue sin explicarse lo sucedido.

"Si llega a pensar, hubiera preferido que le retiraran el arma y le cayera una buena multa a lo que le puede llegar a caer ahora", ha añadido su letrada.

Lo que sí ha dicho recordar el detenido es que disparó tres tiros a las víctimas, desde una distancia de aproximadamente cinco metros, han añadido las mimas fuentes.

Por otro lado, la consellera de Agricultura, Meritxell Serret, ha anunciado este martes que la Generalitat se plantea dotar de chalecos y cámaras a los agentes rurales, a quienes también formará en autoprotección; y aprobar el reglamento de armas, pendiente desde 2003, para que puedan ir armados algunos grupos especializados.

Serret, que se ha reunido durante unas cuatro horas con representantes de los sindicatos y asociaciones profesionales de los Agentes Rurales, ha destacado que, después del trágico suceso de Aspa (Lleida), su objetivo es dar seguridad al cuerpo para que los agentes "se sientan seguros y con las herramientas suficientes" cuando van a cumplir un servicio.

De forma inmediata, Agricultura elaborará una instrucción con consejos básicos a los agentes, de cara a los controles de caza previstos para este jueves, en los que se podría aumentar el número de efectivos que integran las patrullas, para que pasen de dos a tres o cuatro.

Paralelamente, la conselleria acelerará la adopción de medidas como la formación de los agentes rurales en autoprotección, dotarles de cámaras de grabación y chalecos de seguridad, así como otras herramientas como aerosoles de autodefensa.

Paralelamente, Serret se ha comprometido a culminar el reglamento de armas en el cuerpo de Agentes Rurales -pendiente de desarrollar desde el año 2003-, tras una "evaluación profunda" y el "asesoramiento de expertos" en el que se plantean poder dotar de armas a "grupos especializados", como ya ocurre desde hace años con los agentes que efectúan controles nocturnos contra la caza furtiva, los únicos que hasta ahora van armados.