Sólo hay dos mujeres entre los 370 bomberos de la provincia

Otras dos permanecen en la bolsa de interinos. Sólo siete chicas han intentado acceder a la profesión en los últimos cuatro años.
Eva Araujo, en una guardia durante la feria de Alcalá de Guadaíra.
Eva Araujo, en una guardia durante la feria de Alcalá de Guadaíra.
Caco Rangel
Eva Araujo, en una guardia durante la feria de Alcalá de Guadaíra.
Salvan vidas entre las llamas, trabajan en rescates, accidentes de tráfico. Ser bombero es arriesgado, emocionante y vocacional. Pero, sobre todo, mayoritariamente de hombres.

De los 370 bomberos que hay en los 25 parques de la provincia, sólo dos son mujeres.

Eva Araujo rompió moldes. Fue la primera bombera de la provincia. Desde hace cuatro años arriesga su vida apagando fuegos en Alcalá de Guadaíra y se ha convertido en la única mujer sevillana dedicada al cuerpo de Bomberos. Desde hace dos meses no está sola. María del Carmen Bernar, de Cazalla de la Sierra, tiene desde el 30 de marzo una plaza como voluntaria en el parque de Bomberos de la localidad. Esta auxiliar administrativa cambiará el ordenador por un casco y un extintor cuando lo requiera un suceso del municipio.

Siete lo han intentado

En los últimos cuatro años (2001/2004), la Diputación de Sevilla ha convocado 56 plazas de bomberos. Hubo 855 solicitudes, de las que sólo 18 eran de mujeres. A las pruebas se presentaron siete de ellas y cuatro lograron superarlas. Eva y María del Carmen tienen su plaza, y las otras dos chicas permanecen en la bolsa de interinos. Las altas exigencias en los exámenes físicos es uno de los principales obstáculos.

Eva Araujo. bombera

«Dejé mi trabajo fijo y me preparé en 5 años»

Los incendios son su vida. Desde pequeña alucinaba cuando veía a los bomberos. «Me encantaba visitar los parques y ver las salidas», comenta Eva Araujo. A esta chica, de 37 años, le gusta el riesgo y, sobre todo, la satisfacción de salvar vidas. Es tal su vocación que dejó su trabajo fijo para prepararse a fondo. «Cinco años entrenando y estudiando», asegura. Lo consiguió, entró con miedo, pero hizo historia en Sevilla. Ahora es «la niña» del parque de Bomberos de Alcalá, así la llaman sus compañeros.  Y la gente... «al principio lo veían raro, se sorprendían al verme con un camión de tanto peso, hablaban, pero ya lo ven como algo normal».

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