El pequeño Andrei, de dos años, raptado por su padre el pasado 29 de agosto en un centro de la Diputación de Vizcaya, fue entregado ayer a sus abuelos maternos en Rumanía. Su propio padre, Florin, detenido el pasado lunes en Getxo cuando se disponía a cobrar una prestación social, fue quien dio instrucciones a la mujer que lo cuidaba en Rumanía para que lo entregara a los padres de su ex pareja. La madre del niño, Cristina Ene, de 23 años, viajará la semana que viene para recoger a su hijo.