La Policía de Australia ha descartado la motivación política, religiosa o ideológica por la explosión la noche del miércoles de una furgoneta aparcada frente a las oficinas de una agrupación religiosa de Camberra.

Según las autoridades, el vehículo cargado con varias bombonas de gas hizo explosión frente a la sede de la Agrupación Cristiana de Australia en la capital del país.

En un comunicado, la Policía señala que habló con el conductor de la furgoneta, quien se halla interno en un hospital, y descartó que el incidente se catalogue como un ataque.

"No creemos que este particular incidente suponga una amenaza para la comunidad", apunta el escrito oficial.

El autor del ataque, de 35 años, está siendo tratado por quemaduras graves después de que supuestamente prendiera una de las botellas de gas causando la deflagración que dañó el vehículo y el edificio.