El veredicto de los cinco varones y cuatro mujeres integrantes del jurado es coincidente en parte con la postura del fiscal y de las dos acusaciones particulares, que solicitaban para los tres una condena como autores del doble asesinato, con penas para cada uno de ellos de 42 años de cárcel en total-incluye un delito de tenencia ilícita de armas-y, alternativamente, veintidós años y cuatro meses de privación de libertad para María Vicenta-a razón de once años y dos meses por cada muerte-para el caso que fuera considerara cómplice y no autora, como así ha ocurrido finalmente.

Con respecto al cuarto de los procesados, el joven Pablo A.L, el jurado se ha mostrado unánime al considerar probado que cometió un delito de encubrimiento-las acusaciones le piden seis meses-al colaborar con los anteriores a la hora de deshacerse del revólver marca Walter utilizado dentro del burdel 'Las Vegas'.

Con dicha arma, bien Manuel o Antonio Adrián-no se ha llegado a acreditar el autor material de los disparos-acabó con la vida del hostelero Mariano Esteban G. y de la camarera rumana Laura M.A, el primero de los cuales recibió un tiro en la espalda y luego, una vez en el suelo, otro de gracia en la cabeza y la otra un balazo inicial en el hombro y otro mortal de necesidad en plena frente.

Una deuda de drogas, ya que el titular del negocio había comprado a 'Manolo' 50 gramos de cocaína y sólo había pagado la mitad, parece estar en el origen del doble crimen que ha sido juzgado en la Audiencia de Valladolid desde el pasado día 12 de diciembre.

LA VIUDA Y EL CUÑADO, COMO REZANDO

Conocido el veredicto, que la viuda del hostelero y su cuñado han escuchado con los ojos cerrados desde uno de los bancos reservados al público, como en actitud de plegaria implorando Justicia, las acusaciones pública y particulares se han limitado a mantener su petición para los dos principales inculpados, la cómplice y el encubridor.

En concepto de responsabilidad civil, el fiscal ha mantenido igualmente invariable su petición de que los tres primeros acusados indemnicen a cada una de las tres hijas del hostelero fallecido con 75.000 euros y con otros 50.000 a su viuda, así como con otros 75.000 a cada uno de los dos hijos de la camarera rumana que encontró la muerte dentro del club.

Por su parte, el letrado del hostelero reclama 90.000 euros de indemnización para cada uno de sus tres hijos y su esposa, así como otros 50.000 por daños y perjuicios, mientras que la representación legal de la camarera interesa 70.000 euros para la madre y 90.000 para cada uno de los dos hijos menores de la fallecida.

Las defensas, a excepción del letrado de Pablo A.L, que había pedido para éste una pena mínima por encubrimiento, habían solicitado hasta ahora un fallo absolutorio para sus patrocinados, si bien los abogados de Manuel y Antonio Adrián se vieron obligados a modificar su escrito para interesar la condena mínima por estos hechos contemplada en el Código Penal, mientras que el representante legal de María Vicenta alteró también el suyo para pedir la mínima por complicidad, a razón de siete años y medio por cada uno de los asesinatos.

En el caso de Manuel, Antonio Adrián y María Vicenta, el jurado se ha mostrado frontalmente opuesto a la posibilidad de conceder el indulto, mientras que con respecto al encubridor, Pablo, sí se han posicionado a favor de la suspensión de la ejecución de la condena.