El teletrabajo ha cobrado fuerza en los últimos tiempos gracias al avance de las telecomunicaciones. Ofrece evidentes ventajas, como la flexibilidad de horarios, la integración laboral de personas con discapacidad, o una mayor facilidad para compaginar la vida laboral con la familiar, sin gastos de desplazamientos, entre otros. Según un informe sobre el teletrabajo realizado por la comunidad laboral Trabajando.com–Universia, las empresas micro (entre 1 y 9 trabajadores) y las pequeñas (entre 10 y 25 empleados) son las que más aplican la modalidad de trabajo a distancia.

El 48% de las microempresas implantan la modalidad del teletrabajo y el 42% en el caso de las pequeñas empresas. En cuanto a las medianas (entre 25 y 200 empleados) y grandes compañías (más de 200), solo el 31% y el 39%, respectivamente, permiten a sus trabajadores las posibilidad de realizar sus funciones por vía telemática, según este estudio en el que han participado más de 2.000 trabajadores de todo tipo de empresas.

El tipo de funciones a desempeñar, que requieren la presencia física de los empleados, es la razón principal que aducen los encuestados para disuadir a las empresas de establecer mayor flexibilidad. El 59% de las microempresas, el 50% de las medianas y el 50% de las grandes, justifican su posición en base a este punto.

En el caso de las pequeñas, para el 49% el principal motivo es la dificultad para obtener una retroalimentación efectiva. Otro de los obstáculos, que aumenta en función del tamaño de la empresa, es la dificultad para motivar a los trabajadores a distancia.

No obstante, según el director general de Trabajando.com España y HR-Consulting, Javier Caparrós, aunque “hay determinados sectores o áreas en las que la implantación del teletrabajo no puede ofrecerse por igual a todos los empleados, para muchas otras organizaciones supone un avance en su política de recursos humanos”.