La víctima entró en una entidad bancaria acompañada de dos de los ahora detenidos y, una vez ante el empleado de la sucursal, le pidió ayuda, diciéndole que le tenían secuestrado y que debía hacer un retiro contra su voluntad. El trabajador avisó inmediatamente al 091. Al darse cuenta de la situación, los captores abandonaron apresuradamente el lugar.

El cierre del perímetro logró detener aún en las inmediaciones el vehículo en el que viajaban dos de los sospechosos, de 23 y 31 años, quienes, al parecer, conocían a la víctima por haber sido su vecino.

Según la investigación, no era la primera vez que los ahora detenidos cogían dinero a la víctima y llegaron incluso durante el tiempo en que fueron vecinos a quitarle la libreta bancaria y a obligarle a darles el número PIN bajo fuertes amenazas para que no les denunciasen, con el que iban al banco cada vez que tenía dinero y se lo quitaban.

Cuando la víctima se trasladó de domicilio, pensando que ya no le encontrarían, cambió la cuenta bancaria y no volvió a saber nada de los detenidos hasta el día de los hechos, cuando lo raptaron en el Grao de Castellón.

A LA FUERZA

Los dos detenidos en el lugar de los hechos, junto al cuñado de uno de ellos de 37 años, le metieron a la fuerza en un vehículo y le llevaron a una vivienda en Castellón, en la que se encontraba la mujer de uno de los detenidos, de 32 años, que también participó de forma activa en los hechos.

Una vez en la casa, le tuvieron sentado en una silla durante toda la noche y le mantuvieron despierto a golpes y amenazas, llegando incluso a cortarle el pelo, todo ello para intimidarle de tal forma que no opusiera resistencia en la entidad bancaria al día siguiente

Ante estos hechos, estas cuatro personas fueron detenidas por los delitos de detención ilegal, robo con violencia y lesiones. Los detenidos cuentan con antecedentes policiales y han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.